domingo, 24 de abril de 2016

FERNANDO DEL PASO, SU DISCURSO Y LECTURAS DEL QUIJOTE

Queridos amigos:


Tenemos mucho que celebrar e iremos dando cuenta de diversas e intensas actividades que hemos dedicado en nuestro centro al Día del Libro, a nuestro particular Festival de la palabra.


Fernando del Paso



En esta ocasión hablaremos, por supuesto, del escritor mexicano Fernando del Paso, nuestro flamante Premio Cervantes 2015, al que dedicaremos la atención que se merece en la lectura de algunos fragmentos de sus obras. Revisaremos su discurso en la ceremonia de entrega del Premio Cervantes. Y, a nuestra vez, daremos cuenta de la lectura de un fragmento de El Quijote de Cervantes, por alumnos de CEPAS en todo nuestro país. Momento especial emotivo pues recordamos el cuarto centenario de la muerte de nuestro escritor magno.


Fernando del Paso recoge su Premio Cervantes 2015 el 23 de abril de 2016



Bien, amigos, repasemos, en primer término la trayectoria novelística de Fernando del Paso, Premio Cervantes 2015.
 


Christopher Pratt




Fragmento de José Trigo

“Y también por tus ciudades y pueblos me viste, me vio, me vieron pasar preguntando ¿José Trigo? Y mientras tanto en balde y para qué poniendo todas o casi todas las palabras, palabras más palabras menos. Abajo las palabras tierra, campamentos; arriba las palabras cielo, estrellas y entre la mañana por la tarde, además y con la noche las palabras nada y nadie. Porque todo esto y esto es un decir fue la mañana, la tarde, la noche en que soñé o creí soñar que buscaba a José Trigo por cielo y por tierra, bajo todos los cielos habidos sobre todas las tierras por haber y no vi nada ni a nadie. Nada bajo el cielo y sobre la tierra nadie”.

                                                                             José Trigo, 1966 

 

Christopher Pratt




Fragmento de José Trigo

Porque cayó la tierra, cayó el polvo, cayeron las piedras sobre estos santos campamentos que fueron arrasados, demolidos, olvidados hace muchos años.
Tantos, como días tiene el invierno; tantos, como hombres, mujeres y niños buscaron a la vieja Buenaventura para que ella, maestra en encantorios y jorguinerías, adivinase sus sueños y les dijese si soñaste cigüeñas es ladrones, si aceitunas es paz y amistad, si alcachofas secretos pesares, y si soñaste que una tarde de un año bisiesto de un mes de diciembre de hace muchos años tú caminabas por estos campamentos y preguntabas por José Trigo, quiere decir que fue verdad: tantos así fueron los hombres que soñando, caminando, despertando, preguntaron por José Trigo; tanto así los que dijeron: ¿José Trigo?


                                                                             José Trigo, 1966 


Christopher Pratt



Fragmento de Palinuro de México


Hacíamos el amor compulsivamente. Lo hacíamos deliberadamente. 


Rob Hartshorn



Lo hacíamos espontáneamente. Pero sobre todo, hacíamos el amor diariamente. O en otras palabras, los lunes, los martes y los miércoles, hacíamos el amor invariablemente. Los jueves, los viernes y los sábados, hacíamos el amor igualmente. Por últimos los domingos hacíamos el amor religiosamente.
 

Christopher Pratt



O bien hacíamos el amor por compatibilidad de caracteres, por favor, por supuesto, por teléfono, de primera intención y en última instancia, por no dejar y por si acaso, como primera medida y como último recurso. Hicimos también el amor por ósmosis y por simbiosis: a eso le llamábamos hacer el amor científicamente. Pero también hicimos el amor yo a ella y ella a mí: es decir, recíprocamente. Y cuando ella se quedaba a la mitad de un orgasmo y yo, con el miembro convertido en un músculo fláccido no podía llenarla, entonces hacíamos el amor lastimosamente. 



Christopher Pratt

 
Lo cual no tiene nada que ver con las veces en que yo me imaginaba que no iba a poder, y no podía, y ella pensaba que no iba a sentir, y no sentía, o bien estábamos tan cansados y tan preocupados que ninguno de los dos alcanzaba el orgasmo. Decíamos, entonces, que habíamos hecho el amor aproximadamente. 

 

Christopher Pratt



O bien Estefanía le daba por recordar las ardillas que el tío Esteban le trajo de Wisconsin y que daban vueltas como locas en sus jaulas olorosas a creolina, y yo por mi parte recordaba la sala de la casa de los abuelos, con sus sillas vienesas y sus macetas de rosasté esperando la eclosión de las cuatro de la tarde, y así era como hacíamos el amor nostálgicamente, viniéndonos mientras nos íbamos tras viejos recuerdos. 


Christopher Pratt

 
 Muchas veces hicimos el amor contra natura, a favor de natura, ignorando a natura. O de noche con la luz encendida, mientras los zancudos ejecutaban una danza cenital alrededor del foco. O de día con los ojos cerrados. O con el cuerpo limpio y la conciencia sucia. O viceversa. Contentos, felices, dolientes, amargados. Con remordimientos y sin sentido. Con sueño y con frío. Y cuando estábamos conscientes de lo absurdo de la vida, y de que un día nos olvidaríamos el uno del otro, entonces hacíamos el amor inútilmente. 


Kenney Mencher


Para envidia de nuestros amigos y enemigos, hacíamos el amor ilimitadamente, magistralmente, legendariamente. Para honra de nuestros padres, hacíamos el amor moralmente. Para escándalo de la sociedad, hacíamos el amor ilegalmente. 


Rob Hartshorn


Para alegría de los psiquiatras, hacíamos el amor sintomáticamente. Y, sobre todo, hacíamos el amor físicamente. 


Rob Hartshorn


También lo hicimos de pie y cantando, de rodillas y rezando, acostados y soñando. Y sobre todo, y por simple razón de que yo lo quería así y ella también, hacíamos el amor voluntariamente. 

                                                             Palinuro de México, 1977

 

Rob Hartshorn



Fragmento de Noticias del Imperio

Hoy ha venido el mensajero a traerme noticias del Imperio. 



Federico Guida


Vino, cargado de recuerdos y de sueños, en una carabela cuyas velas hinchó una sola bocanada de viento luminoso preñado de papagayos. 


Mihail Korubin


Me trajo un puñado de arena de la Isla de Sacrificios, unos guantes de piel de venado y un enorme barril de maderas preciosas rebosantes de chocolate ardiente y espumoso, donde me voy a bañar todos los días de mi vida hasta que mi piel de princesa borbona, hasta que mi piel de loca octogenaria, hasta que mi piel blanca de encaje de Alenzón y de Bruselas, mi piel nevada como las magnolias de los Jardines de Miramar, hasta que mi piel, Maximiliano, mi piel quebrada por los siglos y las tempestades 



Mihail Korubin



y los desmoronamientos de las dinastías, mi piel blanca de ángel de Memling y de novia del Béguinage se caiga a pedazos y una nueva piel oscura y perfumada, oscura como el cacao de Soconusco y perfumada como la vainilla de Papantla me cubra entera,


Rob Hartshorn



  Maximiliano, desde mi frente oscura hasta la punta de mis pies descalzos y perfumados de india mexicana, de virgen morena, de Emperatriz de América.

                                                      De Noticias del Imperio, 1987




Rob Hartshorn



Revisemos ahora algunos de los maravillosos poemas de Fernando del Paso:



Es tan blanca tu piel, como la nieve.
La nieve quiere al sol por lo brillante.
Y el sol, que se enamora en un instante,
se acuesta con la nieve y se la bebe.

El sol, aunque es muy grande, no se atreve
a hacerse olvidadizo y arrogante:
se acuerda de su novia fulgurante:
y se pone a llorar, y entonces llueve.

Y llueve y llueve y llueve y de repente
la lluvia se hace nieve: esta mañana
que nieva tanto en Londres, y ha nevado

luminosa y nupcial y blancamente
en jirones, tu piel, por mi ventana
ningún sol, como yo, tan desolado.

De Sonetos con lugares comunes



Alessandro Kokocinski



Que te acaricie yo, tus pechos, ave,
como rezar las cuentas de un rosario.
Y que mi amor badajo y campanario
te lo repique yo, que yo te clave.

Que sean mis manos, de tus muslos, llave.
Tu rosa, de mis dedos, relicario,
y en su fronda la lengua de un canario
con mi lengua, la sal, que yo te lave.

Nada más eso pido, quiero, ruego.
A eso me dedico y a adorarte
a quererte, y a eso me consagro.

Y te juro, las manos sobre el fuego,
que volveré otra vez a codiciarte
cada vez que cumplas el milagro.

De Nuevos sonetos marianos





Francine de Van Hove


INOPIA

He despilfarrado el arcoíris.
Las golondrinas que tenía destinadas a varios poemas
están en números rojos.
Mi cuenta de atardeceres está congelada.
Le debo al fisco tres mil quinientas mariposas.




Blue Critchfield




Cuando murió mi madre
Cuando murió mi madre se murieron todos los ángeles.
Unos, en pleno vuelo, se desplomaron en silencio
como campanas de fieltro.
Los que hacían el amor en las axilas de un templo
se desmoronaron sin miedo, como barcos de harina.

Los que cantaban en las nubes con laúdes de vidrio
se transformaron en lluvia de saliva
y de plumas.

Un ángel en especial se incendió las alas
al rozar un relámpago.
Otro, un poco miope,
se colgó de las aguas verdaderas de un río.
Y hubo ángeles con pechos que daban vino
y que increíblemente se cayeron de espaldas
en un estanque lleno de telarañas, esmeraldas y ombligos.

Eso fue cuando murió mi madre
la mañana de un lunes sin pudor y sin frío.




Alex Stevenson Díaz



Un viaje maravilloso al corazón de Fernando del Paso, ¿verdad?
A continuación podéis disfrutar del discurso que pronunció Fernando del Paso durante la ceremonia de entrega del Premio Cervantes a través del siguiente vídeo que ofrece RTVE:


Accede al vídeo de RTVE



Si queréis leerlo, lo podéis hacer a través de este enlace a la sección cultural del periódico El País.


Ernest Descals


Y, ahora, homenajeemos al propio Cervantes, con la lectura que muchos alumnos de los CEPAS de toda España han querido ofrecernos. Muchas gracias a todos ellos. 

También tenemos el orgullo de presentar entre ellos a nuestra propia representante del CEPA Rosalía de Castro: Paloma Sánchez Hernández de 4º A. ¡Enhorabuena, Paloma! Y, por supuesto felicidades a todos los participantes en esta preciosa iniciativa.




Lectura compartida del Quijote entre centros de educación de adultos de España




Ha sido una lectura compartida entre 45 Centros de Educación de Adultos de España de Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes. Se trata del Capítulo XLIII: De los consejos segundos que dio don Quijote a Sancho Panza, en la adaptación de Andrés Trapiello.



Ernest Descals


En fin, amigos, espero que disfrutéis de este festín de letras y arte. En próximas entradas podremos recordar más momentos del Festival de la palabra de nuestro centro


Hasta pronto, un beso.


...



2 comentarios:

  1. Yo he disfrutado de lo lindo, querida amiga. Es una maravilla dejarse llevar por la magia de la literatura que nos traes. Hay quien tiene el arte de la palabra en sus manos y la sabiduría para conjugarlas en hermosos textos y poemas. El lenguaje seduce a nuestra imaginación, la fortalece y la nutre.
    Por supuesto también he leído el discurso de la eremonia de entrega del Premio Cervantes. Un discurso donde prevalece lo humano, el ser que despierta sobresaltado, como todos, por el timbrazo de un teléfono intempestivo, la valentía de denunciar leyes totalitarias, y esa conjunción de lo serio con lo humorístico que se llevan tan bien. Un discurso muy recomendable, por tierno, por sabio, por humano.

    Aquí quedo, a tu vera, querida Elena, prendada de ese toque personal que hace tan atractivo leer tus entradas.

    Un beso y un abrazo muy fuertes.

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    1. Querida Angelines:

      Tú sí que has traído belleza, magia y poesía con tus palabras, hermosas hasta el tuétano.

      Sin duda, nuestro flamante ganador del Premio Cervantes 2015 impacta por su verdad, su valentía y ese corazón tan grande que le permite la muestra del sentido del humor como mirada desafiante ante el dolor.

      Una maravilla de escritor, su joya narrativa y el resplandor en sus versos.

      Para ti, por tu exquisita sensibilidad estos versos del maestro mexicano, nuestro querido Fernando del Paso y dicen así:

      "De sed, de risa,
      de calor,
      de miedo:

      de algo, siempre, te estás muriendo:
      cuando no de frío, te mueres de sueño.

      Cuando te mueres de frío,
      pareces un muerto vivo.

      Cuando te mueres de sueño,
      pareces un vivo muerto.

      De todo, niña,
      te mueres un tiempo."

      Una voz única, ciertamente. Me alegro mucho de que hayas disfrutado con este pequeño homenaje que se engrandece, por supuesto, con miradas tan profundas como la tuya.

      Un abrazo, querida Angelines.

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