domingo, 8 de noviembre de 2020

NOCHE DE TODOS LOS SANTOS EN EL CEPA ROSALÍA DE CASTRO DE LEGANÉS. UNIDOS EN LA POESÍA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

 

Queridos amigos:


Es un placer y privilegio para nosotros compartir este recital de poesía y prosa poética dedicado a la Noche de Todos Los Santos. Estamos dolidos, tristes y rotos, pero esperanzados e ilusionados en la reconstrucción de la tragedia. Hemos de salir del desastre en el que hemos estado y seguimos inmersos, ¡que hable la poesía!

Que el arte nos salve de esta tragedia, de la pandemia del covid 19. Con la ayuda y el apoyo moral de todos vosotros, con todo nuestro cariño que os corresponde, lo conseguiremos.

Un abrazo enorme y toda nuestra admiración a los artistas que son además unos seres humanos maravillosos.

Este padlet para todos vosotros. Esperamos vuestros comentarios y vuestros votos, ganará la poesía y la vida.


Hecho con Padlet

jueves, 15 de octubre de 2020

MARAVILLOSA LOUISE GLÜCK: PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2020

Queridos amigos:

Estamos de enhorabuena, amigos, Louise Glück es una poetisa extraordinaria con una sensibilidad exquisita y una voz tan personal y auténtica que todos nos congratulamos con este Premio Nobel que le ha sido concedido. 


Louse Glück
Louise Glück


La autora, nacida en Nueva York, escritora en lengua inglesa, cuenta con numerosos premios de poesía, entre los que se destacan el Premio Pulitzer 1993 por el Iris salvaje, el National Book Critics Circle Award  por El triunfo de Aquiles o el Academy of American Poet's Prize por Firstborn. Autora también de ensayo, nos conforta siempre su lectura y nos remueve hasta los cimientos de nuestros sentimientos más desgarrados.


Jacqueline Bischak

Hagamos un repaso por algunas de sus poesías y sumerjámonos en un mundo tan íntimo y original, un pasaje poético lleno de árboles con hojas renovadas y secas como los son las emociones humanas que fluctúan entre la alegría de vivir y los sufrimientos que nos son dados como los seres vulnerables que somos.


Louise Glück con el presidente Obama
              Louise Glück con el presidente Barack Obama


Disfrutemos ya de los siguientes poemas.

Fijaos en el dolor y el desvalimiento, en nuestra vulnerabilidad a la deriva en medio del universo, asociada a los elementos de la naturaleza en un rapto cósmico.


Victor Bauer



AMOR BAJO LA LUZ DE LA LUNA


A veces un hombre o una mujer imponen su desesperación
a otra persona, a eso lo llaman
alternativamente desnudar el corazón, o desnudar el alma.
(Lo que significa que para entonces adquirieron una.)


Jacqueline Bischak


Afuera, la tarde de verano, todo un mundo
arrojado a la luna: grupos de formas plateadas
que podrían ser árboles o edificios, el angosto jardín
donde el gato se esconde para revolcarse en el polvo,
la rosa, la coreopsis y, en la oscuridad, la cúpula dorada del capitolio
transformada en aleación de luz de luna,


Elizabeth Mendoza Fink



forma sin detalle, el mito, el arquetipo, el alma
llena de ese fuego que en realidad es luz de luna,
tomada de otra fuente, y brilla
unos instantes, como brilla la luna: piedra o no,
la luna sigue estando más que viva.

De Iris salvaje (1992)
Versión de Eduardo Chirinos



                                                                        Stephen Mackey



LAMIUM

Así se vive cuando tienes un corazón helado.
Como yo: entre sombras, arrastrándose sobre la roca fría,
bajo las copas inmensas de los arces.

Jacquelyn Bischak


El sol apenas me alcanza.
A veces, al comenzar la primavera, lo veo elevarse a lo lejos.
Luego crecen las hojas sobre él, hasta cubrirlo todo.
Siento su brillo entre las hojas, vacilante,
como quien golpea un vaso con una cuchara de metal.


Jacqueline Bischak
                                                   

No todos necesitan de la luz
en igual medida. Algunos
creamos nuestra propia luz: una hoja plateada
como un sendero que nadie puede recorrer, un lago de plata
poco profundo bajo la oscuridad de los arces.




Pero esto ya lo sabes.
Tú y aquellos que piensan
que viven por la verdad, y en consecuencia,
aman todo lo que es frío.


De Iris salvaje (1992)
Versión de Eduardo Chirinos


                                                                       Nelina Trubach


MAITINES 4

¿Qué es mi corazón para ti
si debes romperlo una y otra vez
como el sembrador que pone a prueba
sus nuevas especies? Experimenta
algo más: cómo puedo vivir
en las colonias, como a ti te gusta, si me impones
una cuarentena de dolor, apartándome
de los miembros saludables de
mi propia tribu: eso no se hace
en un jardín, apartar
la rosa enferma; permítele ondear sus sociables
e infectadas hojas
de cara a las demás, que los minúsculos áfidos
brinquen de planta en planta, probando de nuevo
que soy la más inane de tus criaturas, la que sigue
al floreciente áfido y al rosal trepador. Padre,


Jacquelyn Bischak


como agente de mi soledad, alivia
al menos mi culpa, levanta
el estigma del aislamiento; a menos
que sea tu designio fortalecerme
otra vez, como fui
fuerte y plena en mi infancia equivocada,
bajo la leve luz
del corazón de mi madre,
o en el sueño,
el primer ser que nunca moriría.

De Iris salvaje (1992)
Versión de Eduardo Chirinos


 

                                                                     Christian Schloe


NIEVE DE PRIMAVERA

Mira el cielo nocturno:
en mí poseo dos personas, dos clases de poder.

Estoy aquí contigo, en la ventana,
observando tu reacción. Ayer
la luna se alzó sobre la tierra mojada del jardín.
Hoy la tierra brilla igual que la luna,
como materia muerta, encostrada de luz.



Ahora puedes ya cerrar los ojos.
He escuchado tus llantos, también
los llantos anteriores a los tuyos,
y he sido sensible a sus demandas.
Te mostré lo que querías:
no la convicción sino el sometimiento
a la autoridad, que descansa en la violencia.


De Iris salvaje (1992)
Versión de Eduardo Chirinos



Mark Damsteader



EL VESTIDO

Se me secó el alma.
Como un alma arrojada al fuego,
pero no del todo,
no hasta la aniquilación. Sedienta,
siguió adelante. Crispada,
no por la soledad sino por la desconfianza,
el resultado de la violencia.

El espíritu, invitado a abandonar el cuerpo,
a quedar expuesto un momento,
temblando, como antes
de tu entrega a lo divino;
el espíritu fue seducido, debido a su soledad,
por la promesa de la gracia.
¿Cómo vas a volver a confiar
en el amor de otro ser?


Jacquelyn Bischak


Mi alma se marchitó y se encogió.
El cuerpo se convirtió en un vestido demasiado
grande
para ella.
Y cuando recuperé la esperanza,
era una esperanza completamente distinta.

Del libro Vita nova (1999)
Traducción de Mariano Peyrou


Johnny Morant


PUESTA DE SOL

En el mismo instante en que se pone el sol,  
un granjero quema hojas secas. 

No es nada, este fuego. 
Es cosa pequeña, controlada,  
como una familia gobernada por un dictador. 

Aun así, cuando arde, el granjero desaparece;  
es invisible desde el camino. 


Jacquelyn Bischak


Comparados con el sol, aquí todos los fuegos  
son breves, cosa de aficionados;  
se acaban cuando se consumen las hojas.  
Entonces reaparece el granjero, rastrillando cenizas. 

Pero la muerte es real. 

Como si el sol hubiera terminado lo que vino a hacer,  
hubiera hecho crecer el campo y entonces  
hubiera inspirado la quema de la tierra. 

Así que ahora puede ponerse. 

(de Una vida de pueblo) 


Alexander Prostev



EL IRIS SALVAJE

Al final del sufrimiento 
me esperaba una puerta. 

Escúchame bien: lo que llamas muerte 
lo recuerdo. 

Allá arriba, ruidos, ramas de un pino vacilante.  
Y luego nada. El débil sol 
temblando sobre la seca superficie. 

Terrible sobrevivir 
como conciencia, 
sepultada en tierra oscura. 


Ewa Hauton


Luego todo se acaba: aquello que temías, 
ser un alma y no poder hablar, 
termina abruptamente. La tierra rígida 
se inclina un poco, y lo que tomé por aves 
se hunde como flechas en bajos arbustos.

 

Nathalie Picoulet



Tú que no recuerdas
el paso de otro mundo, te digo
podría volver a hablar: lo que vuelve
del olvido vuelve
para encontrar una voz:

del centro de mi vida brotó 
un fresco manantial, sombras azules  
y profundas en celeste aguamarina. 

(Del libro El iris salvaje)


Nathalie Picoulet


Una fuerte sacudida en este viaje poético, ¿verdad?

Esperamos ávidamente vuestras impresiones y comentarios. 



BIBLIOGRAFÍA:


-Louis Glück wikipedia

-Louise Glück poemas


...



viernes, 24 de abril de 2020

jueves, 16 de abril de 2020

LUIS SEPÚLVEDA, SE NOS FUE EL MAESTRO


Queridos amigos:

Se nos ha ido Luis Sepúlveda, un grande, un genio, un escritor comprometido, una fuerza arrolladora en la creación literaria.
El golpe nos sacude a traición, con dolor, con llanto, con incomprensión.

Cómo resuenan tus creaciones en nuestro ánimo al pronunciar tu nombre.



EL PAÍS

No quisiera darle espacio a las lamentaciones, sino a tus palabras. 
A tus palabras.

Que este espacio sea un homenaje a tu magistral creación desde el respeto, admiración y cariño más profundos. Que la tierra te sea leve, genio.

Empecemos con Un viejo que leía novelas de amor. Esta novela, publicada en 1989 le aportó fama mundial. La escribió basándose en su experiencia tras su convivencia con los indios shuar. Y, si la hemos leído, difícilmente, podremos olvidar nunca a la tigrilla protagonista.





Disfrutemos de algunos fragmentos de esta extraordinaria novela:

 "Antonio José Bolívar Proaño se incorporó lentamente. Se acercó al animal muerto y se estremeció al ver que la doble carga la había destrozado. El pecho era un cardenal gigantesco y por la espalda asomaban restos de tripas ypulmones deshechos.



Achilles Droungas



Era más grande de lo que había pensado al verla por primera vez. Flaca y todo, era un animal soberbio, hermoso, una obra maestra de gallardía imposible de reproducir ni con el pensamiento. El viejo la acarició, ignorando el dolor del pie herido, y lloró avergonzado, sintiéndose indigno, envilecido, en ningún caso vencedor de esa batalla. Con los ojos nublados de lágrimas y lluvia, empujó el cuerpo del animal hasta la orilla del río, y las aguas se lo llevaron selva adentro, hasta losterritorios jamás profanados por el hombre blanco, hasta el encuentro con el Amazonas, hacia los rápidos donde sería destrozado por puñales de piedra, a salvo para siempre de las indignas alimañas.


Achilles Droungas









En seguida arrojó con furia la escopeta y la vio hundirse sin gloria. Bestia de metal indeseada por todas las criaturas. Antonio José Bolívar Proaño se quitó la dentadura postiza, la guardó envuelta en el pañuelo y, sin dejar de maldecir al gringo inaugurador de la tragedia, al alcalde, a los buscadores de oro, a todos los que emputecían la virginidad de su amazonia, cortó de un machetazo una gruesa rama, y apoyado en ella se echó a andar en pos de El Idilio, de su choza, y de sus novelas que hablaban del amor con palabras tan hermosas que a veces le hacían olvidar la barbarie humana."


Nicoletta Tomas


 En este otro fragmento viajamos a Venecia, gracias a nuestro querido Antonio José Bolívar Proaño:



Elvio Mainardi


"Su compañero de vigilia lo miraba, perplejo, recorrer con la lupa los signos ordenados en el libro.

—¿Verdad que sabes leer, compadre?

-Algo.

—¿Y qué estás leyendo?

—Una novela. Pero quédate callado. Si hablas se mueve la llama, y a mí se me mueven las letras.


 
Nicoletta Tomas




El otro se alejó para no estorbar, mas era tal la atención que el viejodispensaba al libro, que no soportó quedar al margen.

—¿De qué trata?

—Del amor. 





Tatyana Ilieva


Ante la respuesta del viejo, el otro se acercó con renovado interés.

—No jodas. ¿Con hembras ricas, calentonas?



 
Sergey Reznichenko



El viejo cerró de sopetón el libro haciendo vacilar la llama de la lámpara.

—No. Se trata del otro amor. Del que duele. 


 
Santiago Carbonell




El hombre se sintió decepcionado. Encogió los hombros y se alejó. Con ostentación se echó un largo trago, encendió un cigarro y comenzó a afilar la hoja del machete. Pasada la piedra, escupía sobre el metal, repasaba y medía el filo con la yema de un dedo.



Sergey Reznichenko



El viejo seguía en lo suyo, sin dejarse importunar por el ruido áspero de la piedra contra el acero, musitando palabras como si rezara. 

 
Marco Ortolan



—Anda, lee un poquito más alto.

—¿En serio? ¿Te interesa?

—Vaya que sí. Una vez fui al cine, en Loja, y vi una película mexicana, de amor. Para qué le cuento, compadre. La de lágrimas que solté. 




Santiago Carbonell




—Entonces, tengo que leerte desde el comienzo, para que sepas quiénes son los buenos y quiénes los malos. 




Nicoletta Tomas



Antonio José Bolívar regresó a la primera página del libro. La había leído varias veces y se la sabía de memoria. 




Santiago Carbonell


«Paul la besó ardorosamente en tanto el gondolero, cómplice de las aventuras de su amigo, simulaba mirar en otra dirección, y la góndola, provista de mullidos cojines, se deslizaba apaciblemente por los canales venecianos. » 



Marco Ortolan


—No tan rápido, compadre—dijo una voz.

El viejo levantó la vista. Lo rodeaban los tres hombres. El alcalde reposaba alejado, tendido sobre un hato de costales.

—Hay palabras que no conozco —señaló el que había hablado.

—¿Tú las entiendes todas? —preguntó otro. 




Vladimir Makeyev


El viejo se entregó entonces a una explicación, a su manera, de los términos desconocidos. Lo de gondolero, góndola, y aquello de besar ardorosamente quedó semiaclarado tras un par de horas de intercambio de opiniones salpicadas de anécdotas picantes. 



Marco Ortolan



Pero el misterio de una ciudad en la que las gentes precisaban de botes para moverse no lo entendían de ninguna manera.

—Vaya uno a saber si no tendrán mucha lluvia.

—O ríos que se salen de madre. 





Marco Ortolan


—Han de vivir más mojados que nosotros. 


—Imagínese. Uno se echa sus tragos, se le ocurre salir a desaguar fuera de casa, ¿y qué ve? A los vecinos mirándolo con caras de pescado. Los hombres reían, fumaban, bebían. El alcalde se revolvió molesto en su lecho.

—Para que sepan, Venecia es una ciudad construida en una laguna. Y está en Italia —bramó desde su rincón de insomne.

—¡Vaya! O sea que las casas flotan como balsas —acotó uno.

—Si es así, entonces, ¿para qué los botes? Pueden viajar con las casas, como barcos —opinó otro. 



Marco Ortolan




—¡Siserán cojudos! Son casas firmes. Hay hasta palacios, catedrales, castillos, puentes, calles para la gente. Todos los edificios tienen cimientos depiedra —declaró el gordo.

—¿Y cómo lo sabe? ¿Ha estado allá? —preguntó el viejo.





Nikolay Reznichenko


—No. Pero soy instruido. Por algo soy alcalde. La explicación del gordo complicaba las cosas.

—Si lo he entendido bien, excelencia, esa gente tiene piedras que flotan, como las piedras pómez han de ser, pero, así y todo, si uno construye una casa con piedras pómez no flota, no señor. Seguro que le meten tablones por debajo. 




Marco Ortolan



El alcalde se agarró la cabeza con las manos.

—¡Si serán cojudos! ¡Ay, si serán cojudos! Piensen lo que quieran. A ustedes se les ha contagiado la mentalidad selvática. A ustedes no los saca ni Cristo de sus cojudeces. Ah, una cosa: la van a cortar con eso de llamarme excelencia. Desde que escucharon al dentista se agarraron de la palabrita.

—¿Y cómo quiere que lo llamemos? Al juez hay que decirle usía; al cura, eminencia, y a usted tenemos que llamarlo de alguna manera, excelencia."




Marco Ortolan


Y, es que, cómo nos vamos a sustraer a la belleza de estas obras que amamos junto con nuestro encantador aliado Antonio José Bolívar Proaño:

"Fueron cinco meses durante los cuales formó y pulió sus preferencias de lector, al mismo tiempo que se llenaba de dudas y respuestas. 

 
Sergey Rezchinenko




Al revisar los textos de geometría se preguntaba si verdaderamente valía la pena saber leer, y de esos libros guardó una frase larga que soltaba en los momentos de mal humor: «La hipotenusa es el lado opuesto al ángulo recto en un triángulo rectángulo». Frase que más tarde causaba estupor entrelos habitantes de El Idilio, y la recibían como un trabalenguas absurdo o una abjuración incontestable. 







Los textos de historia le parecieron un corolario de mentiras. ¿Cómo era posible que esos señoritos pálidos, con guantes hasta los codos y apretados calzones de funámbulo, fueran capaces de ganar batallas? Bastaba verlos con los bucles bien cuidados, mecidos por el viento, para darse cuenta de que aquellos tipos no eran capaces de matar una mosca. De tal manera que los episodios históricos fueron desechados de sus gustos de lector. 






Edmundo D'Amicis y Corazón lo mantuvieron ocupado casi la mitad de su estadía en El Dorado. Por ahí marcha el asunto. Ese era un libro que se pegaba a las manos y los ojos le hacían quites al cansancio para seguir leyendo,pero tanto va el cántaro al agua que una tarde se dijo que tanto sufrimiento no podía ser posible y tanta mala pata no entraba en un solo cuerpo. Había de ser muy cabrón para deleitarse haciendo sufrir de esa manera a un pobre chico como El Pequeño Lombardo, y, por fin, luego de revisar toda la biblioteca, encontró aquello que realmente deseaba. 






El Rosario, de Florence Barclay, contenía amor, amor por todas partes. Los personajes sufrían y mezclaban la dicha con los padecimientos de una manera tan bella, que la lupa se le empañaba de lágrimas. 





La maestra, no del todo conforme con sus preferencias de lector, le permitió llevarse el libro, y con él regresó a El Idilio para leerlo una y cien veces frente a la ventana, tal como se disponía a hacerlo ahora con las novelas que le trajera el dentista, libros que esperaban insinuantes y horizontales sobre la altamesa, ajenos al vistazo desordenado a un pasado sobre el que Antonio José Bolívar Proaño prefería no pensar, dejando los pozos de la memoria abiertos para llenarlos con las dichas y los tormentos de amores más prolongados que el tiempo."


A continuación, puedes disfrutar de esta excelente versión cinematográfica de la novela, dirigida por Rolf de Heer






Conozcamos, a continuación, otra maravillosa obra, de lectura juvenil, para jóvenes de 8 a 88 años, como la definió el propio autor:


Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar

 
Alex Carter




¿Puede un gato comprometerse y dar su palabra a una gaviota de que criara al polluelo que va a eclosionar sin su mamá?

No puede ser más emotiva y comprometida con la vida, con la naturaleza, con la candidez de la infancia, de los sentimientos nobles y la sabiduría de los animales y del propio planeta Tierra nuestra casa que estamos destrozando.








"Muchas veces, desde la altura vio cómo grandes barcos petroleros aprovechaban los días de niebla costera para alejarse mar adentro a lavar sus tanques. Arrojaban al mar miles de litros de una sustanciaespesa y pestilente que era arrastrada por las olas. Pero también vioque a veces unas pequeñas embarcaciones se acercaban a los barcos petroleros y les impedían el vaciado de los tanques. Por desgracia aquellas naves adornadas con los colores del arco iris no llegaban siempre a tiempo a impedir el envenenamiento de los mares.

Kengah pasó las horas más largas de su vida posada sobre el agua, preguntándose aterrada si acaso le esperaba la más terrible de las muertes; peor que ser devorada por un pez, peor que sufrir la angustia de la asfixia, era morir de hambre.



Herbert James Draper


Desesperada ante la idea de una muerte lenta, se agitó entera ycon asombro comprobó que el petróleo no le había pegado las alas alcuerpo. Tenía las plumas impregnadas de aquella sustancia espesa, pero por lo menos podía extenderlas.

—Tal vez tenga todavía una posibilidad de salir de aquí y, quiénsabe si volando alto, muy alto, el sol derretirá el petróleo —graznó Kengah. 




Jacob Peeter Gowy


 
Hasta su memoria acudió una historia escuchada a una vieja gaviota de las islas Frisias que hablaba de un humano llamado Icaro, quien para cumplir con el sueño de volar se había confeccionado alascon plumas de águila, y había volado, alto, hasta muy cerca del sol, tanto que su calor derritió la cera con que había pegado las plumas y cayó.
Kengah batió enérgicamente las alas, encogió las patas, se elevóun par de palmos y se fue de bruces al agua. Antes de intentarlonuevamente sumergió el cuerpo y movió las alas bajo el agua. Esta vez se elevó más de un metro antes de caer.



William Blake

El maldito petróleo le pegaba las plumas de la rabadilla, de tal manera que no conseguía timonear el ascenso. Una vez más sesumergió y con el pico tiró de la capa de inmundicia que le cubría la cola. Soportó el dolor de las plumas arrancadas, hasta que finalmente comprobó que su parte trasera estaba un poco menos sucia."


También podéis disfrutar de esta historia a través de la película de dibujos animados:







Esto es solo, queridos amigos, una pequeña muestra de la hondura genial de nuestro autor querido.

Os invitamos a que os suméis al homenaje que desde el cepa Rosalía de Castro le dedicamos a un genio literario que nos ha sido arrebatado. Nuestro dolor y nuestro amor vaya en esta humilde entrada, dedicada con todo el cariño al hombre comprometido, viajero y al autor, cuyas letras nunca se desligaron de su mirada fraternal al ser humano, a los olvidados, a los desprotegidos y a la naturaleza.

Hasta siempre, hermano querido, que la tierra te sea leve.

Nuestras lágrimas.

Hecho con Padlet

MUCHÍSIMAS GRACIAS A LAS MARAVILLOSAS PERSONAS QUE HAN COLABORADO EN ESTE PROYECTO DE HOMENAJE.

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