miércoles, 15 de mayo de 2019

MAYTE ALAMEDA: NUESTRO CUARTO PREMIO DEL CONCURSO DE NARRATIVA INTERCEPAS DE MADRID

Queridos amigos:

Esperamos que disfrutéis tanto como nosotros de este delicioso cuento que atañe al alma humana. Este relato ha sido nuestro cuarto premio del certamen intercepas de la Comunidad de Madrid, el ganador del Cepa Rosalía de Castro, el de nuestra campeona, Mayte Alameda Escobar, y así nos lo presentó, con su pseudónimo "Males".  El certamen de narrativa Intercepas se celebró el 25 de abril de 2019 en el centro cultural "Príncipe de Asturias" de Ciudad Lineal en Madrid.


Mayte Alameda, nuestra flamante ganadora



La autora, Mayte Alameda, nuestra querida alumna del  Curso de Acceso a la Universidad, nos brinda esta sorprendente historia, que nos deja perplejos, reflexivos y un tanto melancólicos. 


Mayte Alameda muestra orgullosa su diploma, ¡enhorabuena, escritora!

Querida Mayte, muchas gracias por tu relato, por tu sabiduría, por ser como eres y por toda la cariñosa humildad que nos transmites. Gracias, te queremos.


Su profesa de Lengua, Elena Pascual, muy orgullosa de estar junto a nuestra ganadora Mayte

Mi reflexión: ¿quién no se ha sentido extrañado consigo mismo en algún momento? ¿Qué es lo que nos ha sucedido? De repente uno se encuentra perdido en medio del camino. ¿Qué hemos olvidado de nuestra alma que de repente pugna por salir?



Con Mayte, qué tarde tan mágica

Esta es la propuesta de Males para reconciliarse con su alma olvidada. ¿Qué es de nosotros? ¿Qué se nos ha olvidado?



En un momento del acto de entrega de Premios de Narrativa Intercepas en el centro cultural Príncipe de Asturias de Ciudad Lineal en Madrid

Esperamos que disfrutéis de este cuento tanto como nosotros. Aquí lo tenéis con todo el cariño de Mayte "Males" y con toda la admiración del Cepa Rosalía de Castro.


Yolanda Páez, nuestra querida jefa de estudios, posando en la entrega de premios, muy orgullosa de Mayte

Mayte, ¡simplemente, gracias!


Francine Van Hove


Y he aquí el maravilloso relato:



¿QUIÉN SOY YO?   Por Males


   Otra mañana más ese sonido que traspasa hasta la almohada que me he puesto sobre la cabeza, para esconderme de él.


Serge Marshennikov


Pero no sirve de nada. Y resignada, sigo la órdenes que me dicta sin usar palabras. Me incorporo y sentada en la cama intento abrir los ojos, pero no lo consigo. 


Steve Hanks

Creo que es miércoles, no, jueves, no, no, miércoles. No lo sé, dudo. Da igual, todos los días son iguales.


Robert Standish

Cuando por fin logro abrir los ojos después de un proceso de aterrizaje hasta la realidad lento, comienza la rutina a actuar sobre mí a su voluntad. 


Steve Hanks


Sigo el camino invisiblemente marcado hacia la cocina. 


Francine Van Hove


Cojo la misma taza de ayer, la blanca con rayas negras, la lleno de café, distinto pero es el mismo de todos los días. 


Nathalie Mulero Fougeras


Y esas magdalenas, que la verdad no tengo claro que me terminen de gustar.





Al acabar me preparo para ir al trabajo. 


Steve Hanks

Estoy cansada ya, y el día no ha hecho más que empezar. No sé si es agotamiento o… no sé.


Balthus

Todo listo, como todos los días: abrigo, llaves, móvil. ¿Móvil?¿Dónde está el móvil? Ah sí aquí, donde siempre. Ahora sí salgo de casa y bajo a la calle. 


Gregory Calibey


Al asomar cojo aire para que la energía pueda entrar en mi y darme fuerzas, pero no termina de hacer el recorrido hasta los pulmones. Se queda atrapado en la garganta que no lo permite pasar. En el trayecto hasta la parada del autobús veo las mismas caras de todos los días que esperan como yo en silencio. ¿Estarán cansados también?


Ana Perpinya


 Llega el autobús con el mismo conductor de todos los días Y dentro todos los asientos ocupados por idénticas personas a las de ayer y antes de ayer. 


Steve Hanks

Quedan siete paradas hasta mi destino. Primera parada, se bajan el matrimonio mayor y la chica rubia que ayer dejó que me sentara. Segunda, el joven con los cascos puestos. Le conocemos todos como el chico de la música alta. En la tercera parada no bajará nadie, como siempre y me adelanto con el pensamiento a lo que pasará en la cuarta. Pero un momento, el autobús se ha detenido en la tercera parada. No puede ser, se habrá equivocado. 


David Stooke


Miro intrigada, desde luego alguien va a bajar porque las puertas se están abriendo. Y veo descender a alguien que se parece mucho a mí. La curiosidad me invade y algo que me hace perder el control sobre mi cuerpo, me empuja a levantarme del asiento y correr tras ella. Bajo del autobús accidentadamente por la urgencia y la sigo.


Alex Colville


Ella camina rápido, decidida, como si huyera de algo y yo voy detrás, corriendo, arrastrando ya los pies casi sin fuerzas. Creo que caminamos hacia el parque que hay al cruzar la carretera. Sí. Nos adentramos en él y es como si se abriera ante nosotras un mundo ajeno al de colores grises, atronador y aséptico que hemos dejado a nuestra espaldas. 


Steve Hanks


Este está lleno de luz, árboles, plantas, el sonido de los pájaros lo envuelve todo. Siempre me ha gustado el sonido de los pájaros, y los parques, desde que era niña. Ya ni me acordaba. 


Anna & Elena Balbusso.

El tiempo, que hace un momento me atropellaba, aquí parece detenerse dándome un respiro. Ella, sigue caminando. Por fin para, a mi me cuesta hasta respirar. Se sienta en un banco y el sol la da en la cara. Yo la contemplo. Está sonriendo y ella no parece cansada. 


Anna & Elena Balbusso.

Saca un libro y con gesto relajado comienza a leer. Sin prisa. Yo echo de menos la sensación de hacer algo sin prisa. Y me encantaba leer. 


Francine Van Hove

Hace tanto tiempo que no lo hago, no sé si por falta de tiempo o sencillamente no hay motivo. Dejé de hacerlo y no sé cuándo sucedió. Ella ha cerrado el libro de golpe y me hecho volver de mis pensamientos de repente . No sé cuánto tiempo ha pasado. Lo guarda y parece buscar algo entre sus cosas.


An He

 Por fin lo encuentra. Unos auriculares. Cuidadosamente se los coloca y se levanta del banco mientras contempla lo que la rodea.


Jean Michael Bénier

Y su mirada se cruza con la mía. Me quedo paralizada. No sé si esconderme, salir corriendo…Ante mi cara de angustia, ella sonríe ampliamente. 


An He

Parece como si me reconociera. Su rostro transmite una plenitud que me resulta familiar. Yo también la sentí hace tiempo, pero no sé dónde la perdí.


Velimir Trnski

La veo irse, con su sonrisa puesta y paso tranquilo, feliz. Yo salgo inmóvil, observándola. Lleva mi ropa, tiene mi cara y mi cuerpo, hace lo que tanto me gustaba hacer y ya ni recordaba… ¡Pero esa no soy yo!


Velimir Trnski


Lo sé porque…yo no soy feliz. ¡No puede ser yo! Tengo dudas.



Francine Van Hove

 ¿Es ella más yo de lo yo creo ser? Porque hay más mío en ella de lo que veo en mí cada día. Estoy confusa. Pero sí, está claro. 


Mersad Berber


Ahora que la observo detenidamente mientras se aleja la reconozco. Ella soy yo, la auténtica . Pero entonces, ¿quién soy yo?


Mersad Berber



Un beso a todos los lectores y otro muy especial para nuestra Mayte.


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