sábado, 28 de febrero de 2015

LA DAMA DEL ALBA: UN ACERCAMIENTO AL PSICOANÁLISIS

Queridos amigos:


Quisiera hablaros de una obra de teatro extraordinaria, maravillosa y mágica: La dama del alba de Alejandro Casona. Una historia dedicada a Asturias y a sus gentes, comprometida con su entorno social. Con aquellos que se ganan la vida con las duras tareas del campo o con los que gastan su salud o su vida en la mina.


John Everett Millais


Es un orgullo haber leído con vosotros esta obra y será un placer compartir vuestras opiniones, vuestra lectura más personal y las conclusiones pertinentes.

Bien, empecemos hablando de cuánta belleza encontramos en este drama. La poesía de la vida y de la muerte, encarnada en la propia protagonista que encarna la Peregrina y que le regala su título a la obra. La lírica encarnada en símbolos se nos ofrece fascinante. Y este drama se constituye en obra maestra en cuanto a la fuerza mítica de sus significados ocultos.




Alex Alemany


¿Qué os parece si analizamos algunos de ellos?


Alex Alemany


El número siete, es un número que podemos recordar en muchos cuentos de hadas o cuentos populares, como en Blancanieves y los siete enanitos. Fijaos que en este cuento, Blancanieves se refugia en un estadio preedípico, huyendo de la malvada madrastra disfrazada que le ofrece la manzana roja. Blancanieves, blanca y pura como la nieve, aunque ya de labios rojos, se resiste al cambio de la pubertad, al crecimiento y se refugia en la amistad de los siete enanitos. Son hombres, pero no son peligrosos, porque son pequeñitos, enanitos, es decir, no son vistos con su carga masculina, de la cual huía Blancanieves. Una vez que Blancanieves come la manzana, muere (muere como niña) y reposa en un ataúd de cristal (solo se ha transformado como un gusano en crisálida). Y, así,  será el beso del príncipe, el hombre, el que al removerla la devuelva a la vida, superando su miedo al crecimiento y a la pulsión sexual. 


 
John Dickson ßattenn




Y ello, es posible, cuando ha pasado por el camino del número siete, los siete grados de conocimiento que todos debemos superar. El número siete nos resulta muy familiar: siete son los días de la semana, siete, las notas músicales, los pecados capitales o los arcángeles (referencia indispensable en una obra del contexto espacio-temporal como la que nos ocupa).



Jean Marie Poumeyrol


Así es, de la misma manera, Telva, ha perdido a sus siete hijos en la mina, ha superado todos y cada uno de sus miedos que la atan a la vida, en ese sentido está ya purificada y es libre, no quiere a la dama del alba: "No me gustan nada las mujeres que hacen misterios y andan solas de noche por los caminos". Conoce el lado femenino y oscuro de la vida, pero no teme por sí misma, porque ella de alguna manera es ya intocable, ha superado a la propia muerte a través del dolor.

 
Juan Manuel Fuentes de Lama



 Y, por tanto, su situación es la de mirar desde una altitud privilegiada la degradación y los vicios humanos, por eso, censura las habladurías de la tabernera y todos los parloteos del pueblo referentes a lo que ocurre en su casa, que en realidad no es suya, ella es solo una sirvienta, y sin embargo... parece erigirse en la verdadera ama, de facto, pues representa a la conciencia que es ya la que dirige a la familia, después de haber recorrido el camino del dolor y del sufrimiento.



Jean Marie Poumeyrol


Siete lunas, son las que anuncia la Peregrina que deben pasar para que vuelva a visitar a la familia, es decir, casi siete meses, que servirán de transformación a todos y cada uno de los miembros de la familia para aceptar la muerte y resurrección de Angélica en Adela. 
 
 
Alexandre Cabanel



¿Cuál sera la fecha de su regreso, que representará el paso de las siete lunas? Nada menos que la noche de San Juan, la noche mágica, la noche donde las mocitas piden novio, la noche donde son engendrados tantos hijos, la noche más larga del año, el triunfo de la luz sobre las tinieblas, un espacio simbólico único para que la sombra se acorte y sea proyectada con toda nitidez por el consciente: el solsticio de verano.
  



 
A coger el trébole por Víctor Manuel y Amancio Prada



¿Y siete meses antes en qué noche nos encontramos, fecha que nuestro inconsciente conoce?

 
Alexandre Cabanel



Una noche de noviembre, aunque en ningún momento se menciona, rápidamente nuestro conocimiento interior se ha hecho cargo de que la noche en que llega la Peregrina buscando el calor del hogar, el de la chimenea y el de la familia, el cariño del abuelo y de las mujeres de la casa, así como los juegos, la bondad y el candor de los niños, es una noche de invierno, larga y fría, momento de introspección, de oscuridad.

 
Alex Alemany


 Madre, Abuelo, Angélica, Martín, Andrés, Falín y Dorina. Sobre ellos la voz de la conciencia: Telva, y de visita la Peregrina. Son siete los personajes que forman el núcleo de la familia. Cuando aparece Adela, son ocho, por tanto, si Adela se incorpora, encontramos un desequilibrio que debe ser compensado con la muerte de Angélica para que vuelvan a ser siete.
 

Jean-Pierre Leclercq


El río, es el lugar donde desaparece Angélica, la hija mayor. Y lugar donde aparece Adela, que es salvada por Martín de morir ahogada. El río volverá a dar refugio a Angélica, cuando realmente muera, con una apariencia milagrosa en su cuerpo conservado. 

 
Shanna Garielle


Como dijo Jorge Manrique en las Coplas a la muerte de su padre

"Nuestras vidas son los ríos 
que van a dar a la mar, 
que es el morir". 


Rocío Verdejo

El río, es la vida misma, que nos lleva a la muerte irremediablemente, sin poder frenar el curso del agua ni de los acontecimientos que nos sacuden, de los errores, que todos como humanos cometemos. 

 
Rocío Verdejo


Que nos ofrece el espejo de nuestros amores y desamores, de las pasiones, de las, a menudo, tensas relaciones familiares, del reflejo de las mujeres que tenían que ir a lavar en él, esclavas de una condición, de la que no podían escapar y que un peso de siglos avalaba. Así le dice Telva a Dorina: 


 "Tienes que ir aprendiendo. Pronto serás mujer… y eres la única de la casa."


Jean-Pierre Leclercq


El río es el lugar de los desheredados, de los hijos de padres sin honra como el Lazarillo de Tormes, de todos aquellos que lo han perdido todo, que están desposeídos de cualquier bien material, así como de la protección de la sociedad, como lo pueda estar una mujer cuando contravenga las normas establecidas, aunque estas la sumerjan en un río de sumisión y de falta de deseo, que es falso, absolutamente irreal.

 
Alex Alemany



Es decir, desde un enfoque psicoanalítico, Angélica y Adela son la misma persona. 

 
Jean-Pierre Leclercq



Dos caras de una misma moneda que se enfrentan a la sociedad y a sus circunstancias de un modo totalmente distinto, pero que en su psique, común y única denuncian un hecho y confluyen en un mismo destino.

 
Jean-Pierre Leclercq

  

Angélica, la mujer angelical, asexuada, en realidad, no lo es. Es una mujer con deseos, pasiones y pulsiones, y por lo tanto un ángel caído.  

 
John Dickson Batten



Un ángel que cae al río de la deshonra por haber sentido deseo por un hombre distinto a aquel al que estaba prometida. 


 
Alex Alemany



¿Y si hubiera querido decirlo, expresarlo? Olvidarse de su matrimonio, ¿lo habría aceptado su familia? ¿Su madre? ¿Una conciencia de siglos como la que representa Telva? ¿La sociedad? ¿Las mujeres y los hombres del pueblo? ¿Ella misma? 

 
Alex Alemany



 ¿Y si el hombre con el que se escapa Angélica, el hombre por el que abandona su esposo y con el que comete infidelidad no existiera? Fuera solamente una visión interior de la virilidad que buscaba Angélica? ¿Ello le estaría permitido? Pues seguramente tampoco. Parece que los deseos desinhibidos, explícitos, aun en el propio matrimonio, son un instinto desbocado que conduce al desastre, a la condena, a la censura, propios solo de animales irracionales en una marcha frenética.


 
Alex Alemany



Por supuesto que no, en su conciencia es culpable, y su ejecución deberá ser llevada a cabo por otra mujer, la dama del alba, la que llega después de la noche de los instintos, la muerte purificadora de pulsiones y deseos, del sexo de las mujeres. 
 

 
Stephen Early


La muerte liberadora, que en realidad mata solo una parte de sí misma, que la permite seguir viviendo, como la mujer dócil, entregada al marido, a su familia, a su tierra, a su conciencia y las creencias de siglos y siglos, aquella que será "buena madre y esposa, de educación religiosa": Adela, (nombre germánico que significa "noble"), la de la noble entrega, olvidando sus resquicios interiores, más profundos y más prohibidos, que será salvada del río, como si nada hubiera pasado, como si su inmersión en las aguas fuera algo inexistente. Y sin embargo, ha ocurrido, ese viaje al averno, al hades, al subconsciente, es real, aunque solo constituirá en el  plano consciente, para el "yo" un recuerdo de la sombra, del "ello".  


 
Daniel Hughes



Si jugamos con el nombre "Adela", podemos hablar de Leda, personaje mitológico, mujer que provoca la pasión de Zeus, y mientras ella caminaba junto al río Eurotas, Zeus transformado en cisne la posee. 

 
Thomasz Rut: Leda



Esa misma noche, Leda yace con su esposo, Tindáreo. De tal suerte que Leda pondrá dos huevos, de los cuales nacerán Helena de Troya y Clitemnestra, así como los Dióscuros, Cástor y Pólux. 


 
Thomas R. Horn: Leda



Helena y Pólux serán inmortales, mientras que Clitemnestra y Cástor serán mortales.


Andrea Del Sarto: Leda


Así como Leda pasea por el río donde es poseída por un dios, Angélica desaparece en el río, en el cual precisamente, aparecerá Adela. 

 
Gustave Moreau: Leda



De igual manera que de la estirpe de Leda surge la vida inmortal y la mortal


 
Alex Alemany



Angélica-Adela siempre guardará un recuerdo, aunque escondido e inconsciente sobre el paso hacia sus pulsiones ocultas, sus culpas sobre aquello que condena el "super-yo" en determinado contexto social, como es el caso en la situación de la mujer. Qué bellísimo simbolismo, a su vez, que sea Martín, en su caballo cuatralbo, desbocado y amenazado de muerte el que represente las pulsiones descontroladas de las que debe salvar a Angélica-Adela. Y de esa manera, nacerá Adela dando muerte a Angélica.



Alex Alemany


Eso sí, Angélica-Adela recordará con un dolor profundo el paso por el mundo del Hades, mundo del subconsciente, mundo del "ello", así como Isis nunca olvidará el breve lapso de tiempo en el que su adorado hijo Horus estuvo muerto hasta que volvió a la vida.
 
 
Isis con su hijo Horus en brazos: Brooklyn Museum


En el nombre de Martín, el de Narcés, se ocultan varios mensajes, su complemente aposicional en forma de anagrama nos habla de "carnes", o de "nascer" igual a "nacer". 


 
Jean Marie Poumeyrol



Y así, es como debe renacer Adela, asumiendo su pulsión, oculta, pero real y verdadera, así aprenderá a superarla Martín y así debemos renacer todos los lectores y público de la obra dramática, renacidos, purificados por las aguas bendecidas por un San Juan Bautista que santifica las uniones sentimentales y las sexuales, como nos aclara Telva, cuando alude a los nacimientos a los nueves meses de San Juan, por cierto fecha en la que empieza la primavera.


 
Daniel Hughes



La dama del alba, la Muerte, la Peregrina, es una mujer dulce, tierna, que añora el calor de la vida, y que tiene miedo a enamorarse porque aquel del que se queda prendada, siente oprimidos sus miembros, desfallece y muere.


Christoph Schwartz: Rapto de Perséfone por Hades



Es la habitante del mundo de la psique oculta, que desea asomarse al consciente y anhela cariño, amor, contacto humano, de ellos se nutre, durante un tiempo, durante el tiempo que a Perséfone o Proserpina le es dado volver a visitar a su madre Demeter o Ceres, para después volver a habitar el inframundo con su esposo Hades o Plutón. 


John William Waterhouse: Perséfone



Ama la belleza, que destruye a su paso y su estela de tragedia es para ella misma insoportable


 
John William Waterhouse: Perséfone



Todos sus padecimientos se los confiesa al abuelo, que ya conoce la vida, el tránsito de las alegrías y los sufrimientos, e intenta hacer de él un amigo. Así será, después de llevarse la parte de Angélica-Adela que a la familia, y a la sociedad en su extensión no gusta, contará con la simpatía del abuelo.


 
Daniel Hughes



La madre de Angélica-Adela, descansa, por fin, tranquila, cuando se puede dar tierra al cadáver de las ideas que no le gustan, que no entiende ni admite. 

 
Silvia Camporesi



Como la sufrida Deméter, transigirá en tener durante los nueve meses del año (la gestación) a su hija con ella, y soportará con paciencia la inmersión de nuevo en las sombras de lo ocurrido, y que siempre volverá a ocurrir, como el ciclo de las estaciones: el hecho de que las pulsiones de la sombra existen.


 
Daniel Hughes



En fin, los tres niños, hermanos pequeños de Angélica-Adela, simbolizan como el habitual número tres de los cuentos populares: el "yo", el "super-yo" y "el ello", de resonancia freudiana.


Donato Giancola


 La transformación de la sombra en luz, en una Angélica adornada de flores e incorrupta, purificada por el río, que confluye con una Adela vibrante, enamorada y ardiente de deseo en la noche de San Juan, recibirá la mágica influencia de las hogueras limpiadoras, y convertirá la simbólica historia en leyenda bajo una construcción arquetípica de resonancias míticas: Angélica ha vuelto a ser un ángel, como si no hubiera que temer a los ángeles caídos...

 
Tatjana Raum



 Es inevitable el recordatorio de una de las heroínas literarias más célebres: Ofelia. Personaje creado por Shakespeare en Hamlet. Ofelia muere a causa de la pena por el asesinato de su padre, Polonio y del abandono que siente por parte de su amante Hamlet. De manera que tras entonar unos cantos sobre la virginidad de una doncella, parece caer al agua de manera accidental y decide ahogarse. En este caso el agua parece purificar su imagen virginal y pura. Es más, los sepultureros que darán tierra al cuerpo de Ofelia cuestionarán que se deba enterrar a una joven que había decidido suicidarse.

 
John William Waterhouse





 Bibliografía:

-Sigmund Freud: Obra completa.
-Carl Gustav Jung: Obra completa.
-Bruno Bettelheim: Psicoanálisis en los cuentos de hadas.
-Clarissa Pinkola Estes: Mujeres que corren con los lobos. 


Espero con avidez vuestras impresiones y comentarios, queridos amigos, os dejo con este bellísimo canto de Víctor Manuel: Paxarinos


  
 Paxarinos de Víctor Manuel


Un beso, hasta pronto.


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