domingo, 8 de febrero de 2015

LOS MITOS GRIEGOS Y LA ANTROPOLOGÍA FORENSE

Queridos amigos:

Es un honor para mí escribir esta entrada recogiendo la maravillosa ponencia que nos brindó una belleza de estudiosa y de persona: Anabel Amores Ampuero, quien nos dejó fascinados con su sabiduría y su humanidad.


Autora de tratados tan importantes como el de Técnicas de determinación del sexo a partir del cráneo en una población mediterránea actual, Anabel nos habló de la importancia del estudio de la antropología forense, pues los cuerpos hablan, pero hay que saber interpretar lo que dicen. Y lo que dicen puede ser muy importante, por ejemplo en una excavación para la reconstrucción histórica de cualquier episodio humano, en las catástrofes naturales o graves accidentes.


Científicos del Laboratorio de Antropología Forense de la Universidad de Granada desarrollan un novedoso sistema que permite determinar el sexo con una fiabilidad de entre un 86 y un 94 por ciento



También en la exhumación de un cadáver o esqueleto, el cuerpo habla y puede aclarar toda la información que la familia necesita para que el querido familiar fallecido o, a veces, asesinado, descanse en paz, permitiendo a su vez a la familia enterrar el cuerpo como merece y cerrar una herida abierta que sangrará hasta que el duelo necesario para cualquier ser humano ante estas trágicas situaciones pueda realizarse y permita cicatrizar el dolor.

 Y este último punto nos dará pie, precisamente, para poder hablar de literatura y ponerla en consonancia con la antropología forense. Que sea de la mano de los grandes clásicos, de sus mitos y de la verdad que ellos esconden. Gracias, Anabel, por lo que nos has enseñado, por tu integridad moral y por unos estudios que hacen que el ser humano avance. ¡Gracias!


Antoni Brodowski: Edipo se apoya en su hija Antígona


Empecemos hablando del mito de Antígona, hija de Edipo. Según la Tragedia de Esquilo, Los siete contra Tebas (siglo V a. C.), los dos hijos varones de Esquilo, Eteocles y Polinices, combatían por el trono de Tebas, soportando una maldición que pesaba sobre su linaje, lanzada contra Layo, padre de Edipo, por parte de Pélope, rey de Pisa que le había dado asilo, pues los primos de Layo le habían arrebatado el poder del reino de Tebas. Es más, Pélope le había confiado el cuidado de su hijo Crisipo, para que Layo le enseñara el arte de conducir caballos, sin embargo Layo, lo traicionó de la peor manera: raptó y violó a Crisipo. Según algunas fuentes, Crisipo se suicidó. Cuando Pélope se enteró de todo, y roto de dolor por la muerte de su hijo, arrojó sobre Layo la terrible maldición:

"Tu extirpe se exterminará a sí misma".


François Xavier Fabre



Como, a continuación, relata la Tragedia de Edipo escrita por Sófocles (siglo V a. C.), Layo, cuando hubo recuperado el reino de Tebas, engendró ebrio a su hijo Edipo. Cuando supo que su esposa Yocasta estaba embarazada, consultó al oráculo, que le vaticinó que el niño que había de nacer, mataría a su padre y se casaría con su madre. Para que no se cumpliese la terrible maldición, Edipo entregó al bebé recién nacido a un pastor para que lo matara, pero este compadecido lo dejó colgado por los tobillos en un árbol. Así lo encontró otro pastor, y a su vez se lo entregó a los reyes de Corinto, los cuales no podían tener hijos y lo criaron como propio.



Louis Duveau: Edipo sale de Tebas con Antígona


Al llegar a la adolescencia, Edipo escuchando rumores sobre su origen incierto y sospechando no ser hijo biológico de los padres que lo habían criado, consultó al oráculo de Delfos, el cual repitió la consabida sentencia: "Matarás a tu padre y te casarás con tu madre".


Alesandre Cabanel: Edipo se despide de Yocasta


Edipo, espantado, ante el miedo de ofender o cometer cualquier locura contra los que él consideraba sus padres, abandonó Corinto y se dirigió hacia Tebas. En un cruce de caminos, Edipo tuvo una discusión con los ocupantes de un carruaje y mató a Layo, sin saber ni que era el rey de Tebas ni mucho menos que era su padre.

 
Béningne Gagneraux: Edipo encomendando sus hijos a los dioses


A continuación hubo de enfrentarse a la Esfinge a la que venció. Como premio, Creonte, que había ocupado el poder, como hermano de la reina viuda, Yocasta, le concedió la mano de esta. Así, se había cumplido el vaticinio. Yocasta se suicidó, mientras que Edipo se arrancó los ojos y salió de Tebas, como un proscrito de la mano de su hija Antígona.
 
Charles François Jalabert: Edipo sale de Tebas con Antígona


Edipo tuvo cuatro hijos con Yocasta: Polinices, Eteocles, Ismene y Antígona. 


Fulchran-Jean Harriet: Edipo con Antígona


Efectivamente, Polinices y Eteocles estaban enfrentados por el poder, y se alternaban en él, pero en una ocasión, Eteocles no quiso cederle su turno a su hermano Polinices y este enfurecido acudió a un reino rival en busca de ayuda, Argos. Así surge el enfrentamiento de Argos contra Tebas en el que mueren los dos hermanos luchando. Creonte, como rey de Tebas, dictamina que Polinices, al haber  traicionado a su patria, no pueda ser enterrado en Tebas, que su cuerpo quedara fuera de sus fronteras y su cadáver quedará expuesto a la acción devoradora de perros y aves carroñeras.

 Esta situación suponía la peor afrenta contra los seres queridos del que había abandonado el mundo de los vivos, su peor pesadilla, pues para los antiguos griegos, el alma del difunto no podía descansar en paz hasta que su cuerpo fuera despedido dignamente y se realizaran sobre él los ritos y honores reservados a la eterna despedida.

 
Nikiforos Lytras: Antígona ante el cadáver de Polinices


Por ello,  la hermana de Polinices, Antígona, decide desobeder las órdenes de su tío y suegro Creonte, pues ella a su vez, estaba comprometida con Hemón, hijo de Creonte y enterrar dignamente a su hermano. 


Marie Spartali Stillman: Antígona


Antígona es condenada a morir sepultada viva, ella decidió ahorcarse. Entonces, Hemón se suicida y también la madre de este,  Eurídice, al perder a su hijo.
 
 
Marie Spartali Stillman: Antígona


No pudo haber peor condena para Creonte, que perdió a su esposa y a su amado hijo, por contravenir el código moral y familiar más elemental.

Y, revisado este mito de Edipo, que procede de la maldición recibida por su padre Layo y se perpetúa en sus propios hijos y hermanos, entendemos la importancia de respetar unos valores esenciales en la psique y en la emoción del ser humano: el derecho de respetar a sus difuntos y que cada uno de nosotros podamos despedirnos de los nuestros según nuestras creencias, ritos y tradiciones. Independientemente de la religión, ideología, raza, edad, sexo que profese un ser humano, goza intrínsecamente y debe poder ejercer de facto del derecho que le ampara a ofrecer a los suyos una despedida digna. El duelo separa el mundo de los vivos del de los muertos, estos deben partir con ese último honor necesario y aquellos necesitan poner distancia y continuar adelante.

¡Ay de aquellos que contravienen los derechos inherentes al ser humano! ¡Recibirán la ira de los dioses!

Batoni Pompeo


Veamos, sino este otro mito y nos remontamos a la Iliada de Homero (¿siglo VIII a. C?) que demuestra la nobleza de los héroes de la epopeya griega. La Iliada relata la guerra de los griegos contra los troyanos, para rescatar a Helena, esposa del rubio Menelao y raptada por Paris, príncipe troyano, hijo de Príamo,  y hermano, entre otros, de Héctor.

 
Charles Antoine Coypel: La ira de Aquiles


 Aquiles, enfadado por la falta de respecto que hacia él había demostrado Agamenón, otro de los caudillos griegos, al arrebatarle a su esclava y amante Briseida,  se recluye en su tienda, negándose a intervenir en la ofensiva. La única baza que parece quedarle a los griegos para rendir a los troyanos es la entrada en combate de Aquiles, pero este se niega. De manera, que es su amigo del alma, Patroclo, quien tomando la armadura de Aquiles, se arroja a las armas. El triste destino que le espera es la muerte a manos de Héctor. Cuando Aquiles recibe la noticia de la muerte de Patroclo, su dolor no tiene curación posible y se expresa a través de una ira incontenible. 


 
Charles Antoine Coypel: Héctor se despide de Andrómaca y Astianacte


Así, encuentra a Héctor, que continuaba en el campamento aqueo y tras varias tentativas de Héctor de entrar dentro de las murallas troyas, finalmente se enfrenta abiertamente a Aquiles que lo mata, atando su cadáver a su carro y arrastrándolo extramuros.   



Fresco del palacio de Aquileón en Corfú.


Durante doce días el cadáver de Héctor es expuesto a la quemazón del sol y a la labor de los animales, sin embargo el dios Apolo protege el cuerpo y este se conserva intacto. El rey Príamo ayudado por el dios Hermes se atreve a dirigirse al campamento aqueo y a suplicar a Aquiles que le devuelva el cadáver de su hijo, cuya alma no podrá descansar en el reino de Hades hasta que no reciba las honras fúnebres. Aquiles, ante la humildad y la valentía del rey Príamo, cede a las súplicas de este y le entrega el cadáver.


Charles Antoine Coypel: Príamo suplica a Aquiles


La literatura y la función moral de los mitos hablan por sí solas. Pongamos en consonancia su enseñanza y llevémosla hasta el trabajo a pie de fosa, en el laboratorio y en el alma de los antropólogos forenses, cuya labor resuena en la voz de Anabel Amores y en nuestros corazones que con tanta emoción la escuchamos:

 Todo el mundo tiene derecho a despedir dignamente a sus difuntos familiares o seres queridos, según sus ritos, tradiciones, costumbres o creencias.

 Gracias a Anabel Amores y gracias a todos los investigadores, médicos legales, antropólogos forenses, que se sumergen en el mundo de Hades y atentos a la dignidad que requiere el mundo de las sombras y el de la luz, nos traducen e interpretan el lenguaje de los huesos.
 
 "On ego rem, on ego hominem":"A cada hombre lo que le corresponda". 

 A ver qué os parece esta canción de Pedro Guerra sobre los huesos.


 

 
 Preciosa canción de Pedro Guerra: Huesos





Fijaos en estas conmovedoras noticias:



Hallados los restos de una pareja abrazada enterrada hace 5000 años



Y dejémonos emocionar ahora por la lírica. En su poema Cuarteto de Pompeya, Fabio Morábito le dedica sus versos a una pareja que se amaba:

 
En Pompeya, entre otros cuerpos petrificados por las lavas y cenizas de la erupción del Vesubio (año 79), se conservan los de un hombre y una mujer en el acto amoroso.




II
Me hiciste tanto daño
con tu boca, tus dedos,
me hacías saltar tan alto

que yo era tu estandarte
aunque no hubiera viento.
Me desnudaste tanto

que pronuncié mi nombre
y me dolió la lengua,
los años me dolieron.

Nos desnudamos tanto
que los dioses temblaron,
que cien veces mandaron
las lavas a escondernos.


                                                                      Fabio Morábito



Entre los cuerpos calcinados en la erupción del Vesubio en Pompeya (año 79 d.C.) hallaron una pareja abrazada








Queridos amigos, será un placer compartir vuestras sensaciones y reflexiones. Un beso, para todos y especialmente para Anabel Amores, hasta pronto.

...




2 comentarios:

  1. Querida Elena

    Quiero felicitarte por este trabajo, tan maravilloso aunque estoy segura que disfrutaste muchísimo, mientras en tu mente tomaba forma.
    Que maravilla, como trasladaste este tema tan triste tan rígido, tan cruel y tan apasionante a la literatura , a esos mitos que tanto te fascinan .

    Gracias por darnos este placer , la ponencia fue fantástica y esta entrada tuya majestuosa.

    Como dice Juan Luis Guerra, aireemos nuestros huesos.
    Como dices tu a cada hombre lo que le corresponda
    yo solo puedo decir ,que aunque algunos huesos vuelvan al lugar donde pertenecieron ,una vez que pasa la vida todo cambia irreversiblemente.

    Os dejo
    Te dejo algo afligida, pensando en las historias que el calcio de cada hueso lleva .
    aireemos nuestros huesos .

    Un beso

    Marisa

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    1. Queridísima Marisa:

      La maravilla eres tú que con tanto interés y cariño lees y escribes y compartes tu inquietud por aprender cada día. De todo corazón, muchas gracias por tus palabras.

      Es cierto que disfruté muchísimo pensando en la enseñanza que, sobre la dignidad en la despedida de un hombre o de una mujer, nos aportan los mitos clásicos, y es que "nihil novum sub sole", "nada nuevo bajo el sol", todo está ya tratado en estas imperecederas historias.

      Qué irreversible se siente la vida ya pasada, aquella a la que ya no se ha de tornar nunca. Solo nos queda a los vivos, la más importante de nuestras humanas misiones, darle voz a aquellos que ya no la tienen y rescatar para ellos el sitio que les pertenece.

      Para ti, queridísima amiga, estos versos de Calderón de la Barca, que dice asi:

      "Desde el nacer al morir
      casi se puede dudar
      si el partir es el parar,
      o el parar es el partir.
      Tu carrera has de seguir:
      y pues con tal brevedad
      pasa la más larga edad,
      ¿cómo duermes y no ves
      que lo que aquí un soplo es
      es allá una eternidad?

      Mira el tiempo volador
      cómo pasa, y considera
      cómo va tras la carrera
      desde el menor al mayor.
      El esclavo y el señor
      corren parejas iguales,
      que como nacen mortales,
      iguales van a la hoya,
      de cuya deshecha Troya
      aun no quedan la señales.

      La juventud más lozana
      ¿en qué paró?, ¿qué se hizo?
      Todo el tiempo lo deshizo
      y anocheció su mañana,
      la muerte siempre es temprana
      y no perdona a ninguno:
      goza del tiempo oportuno,
      granjea con tu talento,
      que aquí dan uno por ciento
      y allí dan ciento por uno."

      Y así suena esta maravilla en las poéticas voces de Javier Bergia y Begoña Olavide:

      https://www.youtube.com/watch?v=UwOyByYLrAw

      Ya me dirás si te gusta. Un inmenso abrazo, Marisa, eres un encanto.

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