Esta es una fecha especial para nosotros, alumnos, profesores, amigos del CEPA Rosalía de Castro. Se cumplen 177 años de la muerte de nuestra querida poetisa, autora que da nombre a nuestro centro.
Rosalía de Castro ha sido una de las más geniales autoras en gallego y en castellano. Su libertad tanto en el fondo como en la forma de sus poemas la retrata como autora romántica y la catapulta hasta nuestro tiempo en su tono personalísimo, su yo lírico mezclado con la andadura narrativa, su profunda empatía por todos los que la rodean, no solo por los seres humanos, aun más allá, por los seres vivos, pues su visión y sentimiento cosmológico nos produce a los lectores una impresión de cercanía profundamente moderna. Su uso del verso libre y sus actualísimos contenidos la hacen convertirse en autora universal más allá de sus dos lenguas y de su tiempo o estilo romántico.
Celebremos pues esta fecha como nuestra y disfrutemos del goce de vivir en plenitud sus letras.
Deleitémonos, pues, con una antología de sus poemas:Martin Wickström |
Adiós, ríos; adios, fontes; (Poema escrito en gallego)
adios, regatos pequenos;
adios, vista dos meus ollos:
non sei cando nos veremos.
Billy Norrby |
Miña terra, miña terra,
terra donde me eu criei,
hortiña que quero tanto, figueiriñas que prantei,
prados, ríos, arboredas, pinares que move o vento,
paxariños piadores,
casiña do meu contento,
Kate Zambrano |
muíño dos castañares,
noites craras de luar,
campaniñas trimbadoras,
da igrexiña do lugar,
amoriñas das silveiras
que eu lle daba ó meu amor,
camiñiños antre o millo,
¡adios, para sempre adios!
Kate Zambrano |
¡Adios groria! ¡Adios contento!
¡Deixo a casa onde nacín,
deixo a aldea que conozo
por un mundo que non vin!
Deixo amigos por estraños,
deixo a veiga polo mar,
deixo, en fin, canto ben quero...
¡Quen pudera non deixar!...
(Cantares gallegos)
Rosario Catino |
(Traducido al castellano)
Adiós, ríos; adiós, fuentes.
adiós, riachos pequeños;
adiós, vista de mis ojos;
no sé cuando nos veremos.
Billy Norrby |
Mi tierra, mi tierra,
tierra donde yo me crié,
huertita que quiero tanto,
higueritas que planté,
prados, ríos, arboledas,
Lawrence Amélie |
pinares que mueve el viento,
pajaritos piadores,
casita de mi contento,
molino de los castañares,
noches claras de luz de luna,
campanitas timbradoras,
de la iglesita del lugar,
moritas de los zarzales
que yo le daba a mi amor,
caminitos entre el maíz,
¡adiós, para siempre adiós!
Juan Carlos Martínez |
¡Adiós gloria! ¡Adiós contento!
¡Dejo la casa donde nací,
dejo la aldea que conozco
por un mundo que no ví!
¡Dejo amigos por extraños,
dejo la vega por el mar,
dejo, en fin, cuanto quiero bien…
¡Quien pudiera no dejarlo!…
(Cantares Gallegos)
Versión musicalizada por Amancio Prada
AIRIÑOS, AIRIÑOS AIRES
(Escrito en gallego)
Airiños,airiños, aires,
Airiños da miña terra,
Linda Carrara |
Airiños,airiños, aires,
Airiños levaime á ela.
sin ela vivir non podo,
Non podo vivir contenta,
Que á donde queira que vaia
Cróbeme unha sombra espesa.
Cróbeme unha espesa nube
Tan preñada de tormentas,
Tan de soidás preñada
Que a miña vida envenena.
Jean-François Segura |
Lervaime, levaime, airiños,
Como unha folliña seca,
Que seca tamén me puxo
A calentura que queima.
¡Ay! si non me levas pronto.
Linda Carrara |
Airiños da miña terra,
Si non me levas, airiños,
Quisais xa non me conesan.
que á frebe que de min come
Vaime consumindo lenta,
E no meu corazonciño
Tamén traidora se ceiba
Fun outro tempo encarnada
Com´á color da sireixa,
son oxe descolorida
Como os cirios das egrexas,
Cal si unha meiga chuchona
A miña sangue bebera.
Voume quedando mouchiña
Como unha rosa que inverna.
Linda Carrara |
Voume quedando morena,
Cal unha mouriña moura,
illa de moura ralea.
Levaime, levaime, airiños,
Levaime a donde espera
Unha nai, que por min chora,
Un pai que sin min n´alenta,
Un hirman por quen daría
A sangue das miñas venas,
E un amoriño, á quen alma
e vida prometera.
Si pronto non me levades
¡Ay! morrerei de tristeza,
Soia, n´uha terra estraña
Dond´estraña me alomean,
Donde todo canto, miro,
Jean-François Segura |
Todo me diz ¡Estranxeira!
¡Ay! miña probe casiña!
¡Ay! miña vaca bermella.
Linda Carrara |
Pombas qu´arrulás nas eiras,
Mozas que atruxás bailando
Redobre das castañetas,
Xas-corrás-chás das cunchiñas
Ruxe, ruxe das pandeiras.
Tambor do tamborileiro,
Gaitiña, gaita galega,
Xa non me alegras dicindo :
¡Muiñeira! ¡muiñeira!
¡Ay! quen fora paxariño
De leves añas lixeiras
¡Ay! con que prisa voara
Toliña de tan contenta,
Para cantar á alborada
nos campos da miña terra!
Nick Kosciuk |
Agora mesmo partira,
partira como unha frecha,
sin medo as sombras da noite,
Linda Carrara |
sin medo a noite negra.
E que chovera ou ventara,
e que ventara ou chovera,
voaría, voaría
hasta que alcansase á vela.
Pero non son paxariño
e irei morrendo de pena,
xá en lagrimas convertida,
xá en suspiros desfeita.
Doces, galeguiños aires,
quitadoriños de penas
encantedores das augas
amantes das arboredas,
música das verdes canas,
do millo das nosas veigas,
alegres compañeiriños,
run, run de todas as festas,
Helene Beland |
Levaime nas vosas alas
como unha folliña seca,
non permitás que aquí morra,
Linda Carrara |
qu´inda penso que de morta
ei de sospirar por ela.
Ainda penso, airiños, aires,
que dimpois de morta sea
e alo polo campo santo,
Dond´enerrada me teñan
pases na calada noite
rouxindo antr´a folla seca,
ou murmurando medrosos
antr´as brancas caliveras,
inda dimpois de mortiña,
airiños da miña terra,
eivos de berrar ¡Airiños!
airiños, levaime á ela!
(Cantares gallegos)
Linda Carrara |
AIRIÑOS, AIRIÑOS AIRES
(versión en castellano)
Airiños, airiños aires,
ariños de mi tierra;
airiños, airiños aires,
airiños, levarme a ella.
Sin ella vivir no puedo,
no puedo vivir contenta;
Rosario Catino |
Fui en otro tiempo encarnada
como el color de la cereza;
soy hoy descolorida
como los cirios de las iglesias,
cual si una bruja chupona
mi sangre bebiera.
Voy me quedando marchita
como una rosa que inverna:
voy me sin fuerzas quedando,
voy me quedando morena,
cual una morita mora
hija de mora ralea.
Joyce Cambron |
Llevadme, llevadme, airiños,
llevadme adonde me esperan
una madre que por mí llora,
un padre que sin mí no alienta,
un hermano por quien daría
la sangre de mis venas,
y un amorcito a quien alma
y vida le prometiera.
José Higuera |
Billy Norrby |
¡ay!, moriré de tristeza,
sola en una tierra extraña,
donde extraña me alumbran,
donde todo cuanto miro
todo me dice ¡extranjera!
¡Ay, mi pobre casita!
¡Ay, mi vaca rubia!
Corderos, que baláis en los montes,
palomas, que arrulláis en las eras;
mozos, que mareáis bailando,
redoble de las castañuelas,
xas-co-rras-chás de las conchas,
xurre-xurre de las panderetas,
tambor del tamborilero,
gaitiña, gaita gallega:
ya no me alegráis, diciendo
¡muiñeira!, ¡muiñeira!
Guennadi Ulibin |
¡Ay!, quién fuera pajarito
de leves alas ligeras!,
¡ay, con qué prisa volara
loca de tan contenta,
para cantar la alborada
en los campos de mi tierra!
Guennadi Ulibin |
Ahora mismo partiera,
partiera como una flecha,
sin miedo a las sombras de la noche,
sin miedo de la noche negra;
y que lloviera o ventara,
y que ventara o lloviera,
volar y volaría
hasta que alcanzas a verla.
Pero no soy pajarito
e iré muriendo de pena.
Ya en lágrimas convertida,
ya en suspiros deshecha.
José Higuera |
Dulces galleguiños aires
quitadores de penas,
encantadores de las aguas,
amantes de las arboledas;
música de las verdes cañas,
del maíz de nuestras vegas;
alegres compañeros,
run-run de todas las fiestas,
levadme en vuestras alas
como una hoja seca.
Mersad Berber |
Non permitáis que aquí muera,
airiños de mi tierra,
que aun pienso que de muerta
Joyce Cambron |
aun pienso, airiños, aires,
que después que muerta sea,
y allá por el camposanto,
donde enterrada me tengan,
paséis en la callada noche
rugiendo entre la hoja seca,
o murmurando medrosos
entre las blancas calaveras;
aun después de muerta
airiños de mi tierra,
os he de gritar: ¡Airiños,
airiños, llevadme a ella!
José Higuera |
Ya duermen en su tumba las pasiones
el sueño de la nada;
¿es, pues, locura del doliente espíritu,
o gusano que llevo en mis entrañas?
Yo sólo sé que es un placer que duele,
que es un dolor que atormentado halaga,
llama que de la vida se alimenta,
mas sin la cual la vida se apagara.
(Cantares gallegos)
Versión musical de Amancio Prada con las Pandereteiras de Baio
Negra sombra (Escrito en gallego)
Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
Linda Carrara |
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.
Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.
Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.
En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.
(Follas novas)
(Traducida al castellano por Mónica B. Suárez Groba)
Linda Carrara |
Cuando pienso que te fuiste,
negra sombra que me asombras,
a los pies de mis cabezales,
tornas haciéndome mofa.
Cuando imagino que te has ido,
en el mismo sol te me muestras,
y eres la estrella que brilla,
y eres el viento que zumba.
Si cantan, eres tú que cantas,
si lloran, eres tú que lloras,
y eres el murmullo del río
y eres la noche y eres la aurora.
Billy Norrby |
En todo estás y tú eres todo,
para mí y en mí misma moras,
ni me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras.
(Hojas nuevas)
(Versión de Luz Casal y Carlos Núñez)
a
(Versión de María del Mar Bonet)
CAMPANAS DE BASTABALES (ESCRITO EN GALLEGO)
Campanas
de Bastabales, cando vos oio tocar, mórrome de soidades. | Campanas de Bastabales, cuando os oigo tocar, me muero de añoranzas. |
Kate Zambrano |
(Cantares gallegos)
(Versión de Amancio Prada)
UNHA VEZ TIVEN UN CRAVO
cravado no corazón,
i eu non me acordo xa se era aquel cravo
de ouro, de ferro ou de amor.
Mersad Berber |
Soio sei que me fixo un mal tan fondo,
que tanto me atormentóu,
que eu día e noite sin cesar choraba
cal choróu Madalena na Pasión.
“Señor, que todo o podedes
-pedínlle unha vez a Dios-,
dáime valor para arrincar dun golpe
cravo de tal condición”.
E doumo Dios, arrinquéino.
Mais…¿quén pensara…? Despois
xa non sentín máis tormentos
nin soupen qué era delor;
soupen só que non sei qué me faltaba
en donde o cravo faltóu,
e seica..., seica tiven soidades
daquela pena…¡Bon Dios!
Este barro mortal que envolve o esprito
¡quén o entenderá, Señor!…(Follas novas)
Mersad Berber |
Versión en castellano de Un poema cada día
Una vez tuve un clavo
clavado en el corazón,
y yo no me acuerdo ya si era aquel clavo
de oro, de hierro o de amor.
Megan Howland |
Sólo sé que me hizo un mal tan hondo,
que tanto me atormentó,
que yo día y noche sin cesar lloraba
como lloró Magdalena en la Pasión.
"Señor, que todo lo puedes
-pedile una vez a Dios-,
dame valor para arrancar de un golpe
clavo de tal condición."
Y diómelo Dios, arranquelo.
Pero... ¿quién pensara?... Después
ya no sentí más tormentos
ni supe qué era dolor;
supe sólo que no sé qué me faltaba
en donde el clavo faltó,
y tal vez... tal vez tuve soledades
de aquella pena... ¡Buen Dios!
Este barro mortal que envuelve el espíritu,
¡quién lo entenderá, Señor!...
(Hojas nuevas)
Billy Norrby |
Poemas en castellano (En las orillas del Sar)
DICEN QUE NO HABLAN LAS PLANTAS
Linda Carrara |
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman:
"-Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado."
Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.
Astros y fuentes y flores, -"no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?"
ERA APACIBLE EL DÍA
Era apacible el día
y templado el ambiente
y llovía, llovía,
callada y mansamente;
y mientras silenciosa
lloraba yo y gemía,
mi niño, tierna rosa,
durmiendo se moría.
Linda Carrara |
Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente!
Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca la mía!
Tierra sobre el cadáver insepulto
antes que empiece a corromperse..., ¡tierra!
Ya el hoyo se ha cubierto, sosegaos,
bien pronto en los terrones removidos
verde y pujante crecerá la hierba.
Rosario Catino |
¿Qué andáis buscando en torno de las tumbas,
torvo el mirar, nublado el pensamiento?
¡No os ocupéis de lo que al polvo vuelve!
Jamás el que descansa en el sepulcro
ha de tornar a amaros ni a ofenderos.
Ans Markus |
¡Jamás! ¿Es verdad que todo
para siempre acabó ya?
No, no puede acabar lo que es eterno,
ni puede tener fin la inmensidad.
Rosario Catino |
Tú te fuiste por siempre; mas mi alma
te espera aún con amorosa afán,
y vendrás o iré yo, bien de mi vida,
allí donde nos hemos de encontrar.
Rosario Catino |
Algo ha quedado tuyo en mis entrañas
que no morirá jamás,
y que Dios, por que es justo y porque es bueno,
a desunir ya nunca volverá.
Linda Carrara |
En el cielo, en la tierra, en lo insondable
yo te hallaré y me hallarás.
No, no puede acabar lo que es eterno,
ni puede tener fin la inmensidad.
Mas... es verdad, ha partido,
para nunca más tornar.
Nada hay eterno para el hombre, huésped
de un día en este mundo terrenal,
en donde nace, vive y al fin muere,
cual todo nace, vive y muere acá.
Una luciérnaga entre el musgo brilla
y un astro en las alturas centellea,
abismo arriba, y en el fondo abismo;
¿qué es al fin lo que acaba y lo que queda?
En vano el pensamiento
indaga y busca lo insondable, ¡oh, ciencia!
Siempre al llegar al término ignoramos
qué es al fin lo que acaba y lo que queda.
Arrodillada ante la tosca imagen,
mi espíritu, abismado en lo infinito,
impía acaso, interrogando al cielo
y al infierno a la vez, tiemblo y vacilo.
¿Qué somos? ¿Qué es la muerte? La campana
con sus ecos responde a mis gemidos
desde la altura, y sin esfuerzo el llano
baña ardiente mi rostro enflaquecido.
¡Qué horrible sufrimiento! ¡Tú tan sólo
lo puedes ver y comprender, Dios mío!
¿Es verdad que lo ves? Señor, entonces,
piadoso y compasivo
vuelve a mis ojos la celeste venda
de la fe bienhechora que he perdido,
y no consientas, no, que cruce errante,
huérfano y sin arrimo
acá abajo los yermos de la vida,
más allá las llanadas del vacío.
Sigue tocando a muerto, y siempre mudo
e impasible el divino
rostro del Redentor, deja que envuelto
en sombras quede el humillado espíritu.
Silencio siempre; únicamente el órgano
con sus acentos místicos
resuena allá de la desierta nave
bajo el arco sombrío.
Todo acabó quizás, menos mi pena,
puñal de doble filo;
todo menos la duda que nos lanza
de un abismo de horror en otro abismo.
Desierto el mundo, despoblado el cielo,
enferma el alma y en el polvo hundido
el sacro altar en donde
se exhalaron fervientes mis suspiros,
en mil pedazos roto
mi Dios, cayó al abismo,
y al buscarle anhelante, sólo encuentro
la soledad inmensa del vacío.
yo te hallaré y me hallarás.
No, no puede acabar lo que es eterno,
ni puede tener fin la inmensidad.
Gulnara Enverovna Gromova
|
Mas... es verdad, ha partido,
para nunca más tornar.
Nada hay eterno para el hombre, huésped
de un día en este mundo terrenal,
en donde nace, vive y al fin muere,
cual todo nace, vive y muere acá.
Ans Markus |
Una luciérnaga entre el musgo brilla
y un astro en las alturas centellea,
abismo arriba, y en el fondo abismo;
Serena Potter |
¿qué es al fin lo que acaba y lo que queda?
En vano el pensamiento
indaga y busca lo insondable, ¡oh, ciencia!
Siempre al llegar al término ignoramos
qué es al fin lo que acaba y lo que queda.
Kate Zambrano |
Arrodillada ante la tosca imagen,
mi espíritu, abismado en lo infinito,
impía acaso, interrogando al cielo
y al infierno a la vez, tiemblo y vacilo.
¿Qué somos? ¿Qué es la muerte? La campana
con sus ecos responde a mis gemidos
desde la altura, y sin esfuerzo el llano
baña ardiente mi rostro enflaquecido.
¡Qué horrible sufrimiento! ¡Tú tan sólo
lo puedes ver y comprender, Dios mío!
Gulnara E. Gromova |
¿Es verdad que lo ves? Señor, entonces,
piadoso y compasivo
vuelve a mis ojos la celeste venda
de la fe bienhechora que he perdido,
y no consientas, no, que cruce errante,
huérfano y sin arrimo
acá abajo los yermos de la vida,
más allá las llanadas del vacío.
Sergei Rimoshevski |
Sigue tocando a muerto, y siempre mudo
e impasible el divino
rostro del Redentor, deja que envuelto
en sombras quede el humillado espíritu.
Silencio siempre; únicamente el órgano
con sus acentos místicos
resuena allá de la desierta nave
bajo el arco sombrío.
Kate Zambrano |
Todo acabó quizás, menos mi pena,
puñal de doble filo;
todo menos la duda que nos lanza
de un abismo de horror en otro abismo.
Dahmon Lehrer |
Desierto el mundo, despoblado el cielo,
enferma el alma y en el polvo hundido
el sacro altar en donde
se exhalaron fervientes mis suspiros,
en mil pedazos roto
mi Dios, cayó al abismo,
y al buscarle anhelante, sólo encuentro
la soledad inmensa del vacío.
Sergei Rimoshevsky |
De improviso los ángeles
desde sus altos nichos
de mármol me miraron tristemente
y una voz dulce resonó en mi oído:
Katarína Vavrová |
«Pobre alma, espera y llora
a los pies del Altísimo,
mas no olvides que al cielo
nunca ha llegado el insolente grito
de un corazón que de la vil materia
y del barro de Adán formó sus ídolos.»
Annabel Mednick |
YO EN MI LECHO DE ABROJOS
Yo en mi lecho de abrojos,
tú en tu lecho de rosas y de plumas;
verdad dijo el que dijo que un abismo
media entre mi miseria y tu fortuna.
Mas yo no cambiaría
por tu lecho mi lecho,
pues rosas hay que manchan y emponzoñan,
y abrojos que a través de su aspereza
nos conducen al cielo.
Annabel Mednick |
HORA TRAS HORA, DÍA TRAS DÍA
Hora tras hora, día tras día,
entre el cielo y la tierra que quedan
eternos vigías,
como torrente que se despeña,
pasa la vida.
Devolvedle a la flor su perfume
después de marchita;
de las ondas que besan la playa
y que una tras otra besándola expiran.
Recoged los rumores, las quejas,
y en planchas de bronce grabad su armonía.
después de marchita;
de las ondas que besan la playa
y que una tras otra besándola expiran.
Recoged los rumores, las quejas,
y en planchas de bronce grabad su armonía.
Tiempos que fueron, llantos y risas,
negros tormentos, dulces mentiras,
¡ay!, ¿en dónde su rastro dejaron,
en dónde, alma mía?
negros tormentos, dulces mentiras,
¡ay!, ¿en dónde su rastro dejaron,
en dónde, alma mía?
Billy Norrby |
VER DOCUMENTAL DE RTVE SOBRE ROSALÍA DE CASTRO:
MUJERES EN LA HISTORIA, ROSALÍA DE CASTRO, FEMINISTA EN LA SOMBRA
Esperamos que os haya gustado este homenaje a nuestra escritora, alma mater de nuestro centro.
Sigue iluminándonos, queridísima poetisa, gracias por tus letras, ¡sigues viva!
A Dios doy gracias por ser mi padre.
ResponderEliminarPor tus reproches y consejos.
Por el bien que me enseñaste
y de mi ser siempre cuidaste.
Por ser padre bondadoso,
lleno de paz y sabiduría.
Porque amas la verdad.
Justicia y rectitud en demasía.
Por ser mi padre amado
y enseñarme la caridad.
Sentimientos nobles te cubren.
No conoces la maldad.
Caballero noble y parco,
me enseñaste a luchar.
Aspirando siempre a lo más alto
y a mis sueños no renunciar.
Por aborrecer todo lo malo.
Por tus celestiales valores.
Por guiarme de la mano
en senderos llenos de flores.
Por tus palabras de aliento
en mis momentos más tristes.
Por tus silencios elocuentes
que me calman dulcemente.
Por tu mirada sabia y profunda.
Por tu expresión tan serena.
Por tu paciencia y tesón.
Torbellino de cosas buenas.
Por ser hombre testarudo
aferrado a tu convicción.
Por mantener en alto tus ideales
Muchas gracias, querido amigo, por traernos unas palabras dedicadas al padre. Bien presente debemos tener siempre el amor, el cuidado y el respeto a los que nos lo han dado todo. Muchas gracias, un afectuoso saludo.
EliminarQue bonito viaje por el romanticismo hicimos en el museo muchas gracias Elena por compartir con nosotros tus conocimientos.
ResponderEliminarQuerido amigo/a:
EliminarMuchas gracias a ti y a tus compañeros por la romántica visita en todos los sentidos, todos nos sumergimos profundamente en el mundo del arte, como si aquellos juguetes antiguos, la artesanía, las pinturas nos arrebataran de nuestra realidad en un singular viaje en el tiempo.
Ha sido un placer, un momento de felicidad para mí. Muchas gracias a todos vosotros. Amigo/a, ¡manifiéstate, por favor! Un beso fuerte.
Nunca olvidaré a Rosalía de Castro, desde el primer día que entre en mi instituto esta por todas partes subo la escalera y veo su foto, leo sus versos, que orgullo haber tenido algo en común con ella. Elena la del comentario del museo soy yo manifiestome rayo de luna
ResponderEliminarMi querida Rayo de luna:
EliminarQué encantadora mirada hacia nuestra poetisa y hacia el centro. ¡Gracias por manifestarte! Tenía que ser un romántico Rayo de luna, quien disfrutara tanto de ese viaje y de la incursión en los versos del sentimiento profundo. Muchísimas gracias, admirada Rayo de luna, y gracias muy especiales por compartir siempre tu sensibilidad. Para ti este otro poema de nuestra Rosalía, esperemos encontrar un rayo de felicidad:
"Yo no sé lo que busco eternamente
en la tierra, en el aire y en el cielo;
yo no sé lo que busco; pero es algo
que perdí no sé cuando y que no encuentro,
aun cuando sueñe que invisible habita
en todo cuanto toco y cuanto veo.
Felicidad, no he de volver a hallarte
en la tierra, en el aire, ni en el cielo,
y aun cuando sé que existes
y no eres vano sueño!"
Con mucho cariño, espero que te guste. Un abrazo, amiga.
gracias por llevarnos al museo de romantecismo Elena lo hemos pasado muy bien no sabia ni donde mirar pero me a encantado estuvo genial
ResponderEliminarQueridísimo Imad:
EliminarSoy yo la que me alegro con tu entusiasmo y lo he pasado muy bien a vuestro lado. Es verdad que el Arte nos invadía de tal manera que ya no sabíamos qué pintura admirar, en qué sala respirar una época, con qué lámparas soñar. Oasis de arte, compartido a vuestro lado, un auténtico lujo. Muchas gracias. Para ti este poema de nuestra Rosalía:
"-Detente un punto, pensamiento inquieto;
la victoria te espera,
el amor y la gloria te sonríen.
¿Nada de esto te halaga ni encadena?
-Dejadme solo y olvidado y libre;
quiero errante vagar en las tinieblas;
mi ilusión más querida
sólo allí dulce y sin rubor me besa."
Espero que te guste. Un beso, querido amigo.
Que gran escritora doña Rosalia de Castro que escribiendo unas líneas puede referirse a la vida, al conocimiento y también a los hombres, que siendo de las tierras del norte recorre toda la península para hablarnos de algunas de las tantas injusticias que aún hoy todavía existen.
ResponderEliminarA.M.G.G.(Sancho panza): "Sancho, bájate del burro y mira."
Querido Sancho Panza:
EliminarMe encanta el homenaje que le dedicas a nuestra admirada Rosalía de Castro, porque sin duda ninguna, la proyección de la escritora abarca una dimensión profunda para los seres humanos, más allá de fronteras y siempre respaldada por su lírica expresión, pero a la vez por la convicción de la importancia de denunciar las injusticias y de luchar por un mundo mejor.
Y para ti, por tu interés y por tu especial sensibilidd, te dejo este fragmaento de Rosalía en su famosa "Carta a Eduarda", en el que argumenta delicada e inteligentemente a favor de la defensa del papel de la mujer literata y lo hace con estas sabias palabras:
"Esto es insoportable para una persona que tenga algún orgullo literario y algún sentimiento de poesía en el corazón; pero sobre todo, amiga mía, tú no sabes lo que es ser escritora. Serlo como Jorge Sand vale algo; pero de otro modo, ¡qué continuo tormento!; por la calle te señalan constantemente, y no para bien, y en todas partes murmuran de ti. Si vas a la tertulia y hablas de algo de lo que sabes, si te expresas siquiera en un lenguaje algo correcto, te llaman bachillera, dicen que te escuchas a ti misma, que lo quieres saber todo. Si guardas una prudente reserva, ¡qué fatua!, ¡qué orgullosa!; te desdeñas de hablar como no sea con literatos. Si te haces modesta y por no entrar en vanas disputas dejas pasar desapercibidas las cuestiones con que te provocan, ¿en dónde está tu talento?; ni siquiera sabes entretener a la gente con una amena conversación. Si te agrada la sociedad, pretendes lucirte, quieres que se hable de ti, no hay función sin tarasca. Si vives apartada del trato de gentes, es que te haces la interesante, estás loca, tu carácter es atrabiliario e insoportable; pasas el día en deliquios poéticos y la noche contemplando las estrellas, como don Quijote. Las mujeres ponen en relieve hasta el más escondido de tus defectos y los hombres no cesan de decirte siempre que pueden que tina mujer de talento es una verdadera calamidad, que vale más casarse con la burra de Balaam, y que sólo una tonta puede hacer la felicidad de un mortal varón. "
Un placer saludarle, muy estimado señor Sancho Panza, y espero encontrarle muchas veces por este espacio, que, por supuesto, es el suyo.
Un saludo.