viernes, 27 de diciembre de 2019

JOAN MARGARIT, NUESTRO HOMENAJE AL FLAMANTE PREMIO CERVANTES 2019


Queridos amigos:

Estamos de enhorabuena, como siempre que compartimos un Premio Cervantes. Nuestro Premio Cervantes 2019 es un poeta, lo cual nos llega especialmente al corazón. Uno de los grandes, nuestro querido Joan Margarit.



Joan Margarit


Este inmenso poeta de una altura humana y artística que conmueve, construye sus poemas como el arquitecto que es, buscando y encontrando un sólido edificio que le sirva de refugio al poeta descarnado y a nosotros, lectores que buscamos con el escritor, sentido a nuestra dolida existencia.


Joan Margarit, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2019


En esta entrevista, una auténtica joya, realizada por el diario.es, que toca todos los temas políticos, sociales, emocionales, espirituales que rodean a nuestro poeta, podemos conocer un poquito más el alma de este genio:

"El castellano me lo ha dado Franco a bofetones, pero no estoy dispuesto a devolvérselo".


PINCHA PARA LEER LA ENTREVISTA en diario.es




Joan Margarit


Son tan cercanas a nosotros en nuestra dimensión de españoles, de individuos comprometidos con el mundo y la sociedad tan vertiginosamente cambiante que nos rodea, sus experiencias, sus sentimientos, sus recuerdos, sus deseos... Y cómo nos identificamos con el poeta en sus delicados sentimientos amorosos, en su ternura, en búsqueda de la trascendencia en el ser amado; pero, cómo sufrimos también en la pérdida de su adorada hija Joana, tanto como nos hemos dejado una parte de nosotros mismos en el camino, cuando se nos han ido los nuestros y es que una parte nuestra muere también en esa muerte. 



Joan Margarit

Joan Margarit, queridos, simplemente resuena su nombre como una carta de presentación. Un orgullo para todos nosotros y motivo de alegría este Premio Cervantes 2019. 






PINCHA PARA VER LA ENTREVISTA



A continuación, disfrutemos de un paseo por la riqueza espiritual de este artista maravilloso y dejémonos mecer por su grandeza poética. Espero que lo disfrutéis y os recreéis en cada uno de los versos.




Mónica Fernández


AMADA REGINA

En todas las ciudades busco siempre
un hotel que llevara el nombre de ella.




Masaaki Sasamoto 

El Regina de Roma y su fachada

severa y gris, fascista, de granito.


Jenny Scobel 




El Regina de Londres, frente a un parque

tristísimo al crepúsculo. El Regina

con las piedras negruzcas de Bruselas.




Nora Sturges



El cálido Regina de París,

junto al «quai» solitario de barcazas.



Jenny Scobel 



El Regina y su zócalo de moho 

lamido por las aguas oscuras de Venecia.



Lucia Chocholáčková



Y cuando ella murió, y él no viajaba ya,
el último Regina, en el bullicio
del centro, en Barcelona,


Lucia Chocholáčková


le acogió con sus gélidos espejos
y con su delicada marquesina
de hierro y de cristal en la calle Bergara.


Nora Sturges


Regina amada, hoteles y mujer:
algunos negros bultos en la noche,
la caldera encendida y los neones
de tu nombre, violentos de tanta soledad.


Nora Sturges


Ciudades que están llenas de imprevistos
hitos de amor.




Masaaki Sasamoto 


EDAD ROJA
                                                                        A Ãlex Susanna



Tanto tiempo has tardado en aprender

que llegas tarde al gran amor:

Que nunca habrás vivido una edad de oro.



Ed Wong Ligda



Las rosas de Ronsard

nunca serán perfume en tu mirada,

ningún otoño habrá de deshojar,

en los brazos de nadie, lentos pétalos.



Silja Puranen


Con el olvido tapas los espejos

igual que acostumbraban en las casas

donde había un difunto.
No vuelven las mujeres con las cuales
cambiabas años de tu soledad
por un fugaz momento de ternura.




Silja Puranen

Tan ardiente es la vida en el otoño,
que en las horas de angustia no podrás
amar ni a la mujer que ya has perdido.


 
Ed Wong Ligda




EMBRACEABLE YOU

Es triste poner Gershwin sin poder abrazarte.


Eric Bowman



Somos el blanco y negro de una vieja película:

las parejas bailando, y los barcos de guerra

que han de zarpar al alba. 



Eric Bowman



Quizá fui aquel muchacho

que pereció en combate, y tú aquella muchacha

que nunca olvidaría la canción.



Igor Kamenev 



Vivimos en la sombra su mañana perdido

en oscuros bailables. Pero hoy, aquella música

se toca en los conciertos y nadie ya la baila.



Ed Wong Ligda 



Hemos errado el tiempo, destruido los recuerdos.

La fiesta está acabando: guarda el último baile



Eric Bowman














-la luz de oro del saxo y una pieza de Gershwin-
para cuando se acerque
la hora de embarcar en el buque de guerra.



Silja Puranen



COSAS EN COMÚN



Habernos conocido

un otoño en un tren que iba vacío;



Eduardo Garcés


La radiante, aunque cruel

promesa del deseo.



Pamela Larsson-Toscher



La cicatriz de la melancolía

y el viejo afecto con el que entendemos

los motivos del lobo.



Ed Wong Ligda



La luna que acompaña al tren nocturno

Barcelona-París.



Eduardo Garcés


Un cuchillo de luz para los crímenes
que por amor debemos cometer.
Nuestra maldita e inocente suerte.


Anny Maddock


La voz del mar, que siempre te dirá
dónde estoy, porque es nuestro confidente.


Carolina Landea


Los poemas, que son cartas anónimas
escritas desde donde no imaginas
a la misma muchacha que un otoño
conocí en aquel tren que iba vacío.



Daniel Pollera



EN TORNO A LA PROTAGONISTA DE UN POEMA



Conocía muy bien tu piel dorada,

la señal de peligro de tus ojos azules.



Brandi Read



Sueños de profesor que comenzaba

a perder su futuro. Hace mucho surgiste

entre aquellos muchachos y muchachas

del bar acristalado de nuestra Escuela blanca,

desde donde veíamos el mar.



Igor Kamenev 


Me preguntan quién eres. Quizás, un día, expertos

en soledad y en crímenes pasados

buscarán, amparada en las palabras,


Daniel Pollera


la sombra de tu nombre y no hallarán
sino cartas violeta de la noche
y el rastro, entre papeles, de unos ojos azules.


Christina Papagianni




CALIGRAFÍA



Ha apoyado la frente en el cristal

frío, empañado, con trasluz de invierno.



José Higuera


Escribe el nombre de ella y, a través

de las líneas que traza con el dedo,

la ha visto en un paraje solitario

con el mar y las rocas en la noche.



Mike Briscoe
 


Al fondo, las estrellas: de pronto, las gaviotas

alzan el vuelo como un resplandor

al paso de un falucho. Se ha engañado:

detrás de la ventana hay una calle
que el alba hace más triste, sin un alma,
con coches aparcados.


Jack Vettriano


Tras las líneas comienza a amanecer:
el sol naciente borrará ese nombre
en la escarcha rosada del cristal.



Igor Kamenev


FAROS EN LA NOCHE



Intento seducirte en el pasado.

 
Ho Ryon Lee



Las manos al volante y esta luz

de club nocturno del tablier me dejan

-fantasía invernal- bailar contigo.



Joseph Lorusso



Detrás de mí, igual que un gran camión,

el mañana hace ráfagas de luces.



Jack Veterano




No lo conduce nadie y me adelanta,

pero ahora tú y yo viajamos juntos

y el coche puede ser el dos caballos

de los años sesenta hacia París.
"Je ne regrette rien" canta Edith Piaf.


Jack Vettriano

Bajo la ventanilla, entra la noche
fría de la autopista, y el pasado
se aproxima de cara, velozmente:
cruza y me ciega sin bajar las luces.





Anny Maddock





NO TIRES LAS CARTAS DE AMOR


No tires las cartas de amor
ellas no te abandonarán.



Brandi Read

El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.



Eric Bowman


Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.



Eric Bowman


El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,



Brandi Read


y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.



Matt Groller



CASA DE MISERICORDIA


El padre fusilado.
O, como dice el juez, ejecutado.
La madre: la miseria, el hambre,
la instancia que le escribe alguien a máquina:
Saludo al Vencedor, Segundo Año Triunfal,
Solicito a Vuecencia poder dejar mis hijos
en esta Casa de Misericordia.


Matt Groller



El frío del mañana está en la instancia.
Hospicios y orfanatos eran duros,
pero más dura era la intemperie.
La verdadera caridad da miedo.



Nishant Dange


Como la poesía:
por más bello que sea, un buen poema
ha de ser siempre cruel.
No hay nada más. La poesía es hoy
la última casa de misericordia.



Nishant Dange




LA PROFESORA DE ALEMÁN


En aquel Instituto de posguerra
debí haber aprendido algo de griego
y adquirido un barniz sobre los clásicos.


Margaret Benoit


Pero, si aprender algo era difícil,

nada tenía aún menos futuro
que el alemán, cubierto por negruzcos
escombros de Berlín bajo la nieve.
La mía era una lengua perseguida
y la suya una lengua derrotada.



Eric Bowman


En un aula pequeña del chalé

donde estaba instalado el Instituto,
al entrar la encontraba de rodillas
fregando junto a un cubo, hablando sola.


Eric Bowman


No sé alemán y en general no tengo

buen recuerdo de toda aquella gente,
pero no olvidé nunca su dolor.
Ahora que paso cuentas con quién soy
siento en frías baldosas mis rodillas
mientras borro el ayer, como ella hacía
con la roja cenefa del mosaico.



Eric Bowman




HIJO EN EL INVIERNO



El tren se detenía antes del alba
en la estación desierta. 



Eugeny Lushpin




Caminábamos
sintiendo el aire frío
por las calles oscuras y vacías

hasta que se encendieron las luces de un café.



Eugeny Lushpin


Allí esperamos a que amaneciera
y a que se abriera la Maternidad.


Susan Lyon


En una madrugada fuimos ricos.
Al fondo de nosotros podemos ver aún
amanecer en las estrechas calles
y la hilera de cunas en penumbra.


Eri Bowman

Hoy aquel niño es músico de jazz.
Mientras escucho cómo toca el saxo
en este club de Ciutat Vella,


Eric Bowman


se iluminan al fondo del pequeño escenario
los cristales de un tren o de un café al alba:


Margaret Benoit


la luz tenue que aún sigue encendida
allí donde empezó,


tímidamente, nuestro amor por él.


Eric Bowman


LA MUCHACHA DEL SEMÁFORO


Tienes la misma edad que yo tenía
cuando empecé a soñar en encontrarte.


Brandi Read


Entonces no sabía, igual que tú
no has aprendido aún, que llega el día
en que el amor es esta arma cargada
de soledad y de melancolía
que está apuntándote desde mis ojos.




Miguel Castillo Oñate  


Tú eres la muchacha que busqué
cuando aún no existías.


Brandi Read


Y yo el hombre hacia el cual
querrás un día dirigir tus pasos.
Pero estaré tan lejos de ti entonces
como estás tú de mí en este semáforo.



Álvarez Cebrián



EL MAR

Como lomos oscuros de un rebaño de potros
se aproximan las olas, desplomándose
con este rumor sordo pero lírico
que Homero fue el primero en escuchar.




Ugo Levita


Cansadas de su larga galopada,
se ponen a temblar.


Jenny Scobel 


Después se quejan, roncas de placer,
igual que una mujer en brazos de su amante.


Luis de la Fuente


Más tarde se abalanzan entre espumas,
como si fueran lobos que olfatearan la presa.


Brandi Read

El poniente, llegando por mi espalda,
pone medallas rojas en sus lomos.




Fletcher Sibthorp 



En la orilla mojada de la arena
veo tus huellas, por el aire pasa
una dorada sombra de tu cuerpo.


Brandi Read


O sea que es de ti de quien, con gestos
de sordomudo, me está hablando el mar.


Susan Lyon

Dice que este lugar dentro de mí que ocupas
pasaría a ser parte del infierno
si tú lo abandonaras.


Susan Lyon


Que al fondo de este amor lo que vuelve a esperarme
es la desolación de los veinte años.


Luis de la Fuente



PISCINA



No le temía al agua, sino a ti,
era tu miedo lo que yo temía,
y este lugar profundo
donde desaparecen las baldosas.


Christina Papagianni


Me arrastraste hacia allí, recuerdo aún
la fuerza de tus brazos obligándome,
mientras trataba de abrazarme a ti.


Mia Bergeron



Aprendí a nadar, pero más tarde,
y olvidé muchos años aquel día.


José Luis Cepa


Ahora que ya nunca nadarás,

veo a mis pies el agua azul, inmóvil.


Miguel Coronado


Comprendo que eras tú quien se abrazaba

a mí para cruzar aquellos días.


José  Luis Cepa




SÚPLICA


De esta invernal mañana, amable y tibia,
por favor, no te vayas,
quédate sumergida en este patio
como si hubieses naufragado
dentro de nuestra vida.
Bajo el laurel, entre las aspidistras
de verdes hojas, anchas y románticas,
por favor, no te vayas, no te vayas.



Nishant Dange


Todo está preparado para ti.
Quédate, por favor, y no te vayas.
Tu fugaz triunfo sobre el nunca más,
dime si lo recuerdas: necesito
unas palabras con la clara y honda
voz de tu ausencia. Pero te recoges,
callada, en el pasado,
un lecho de tristeza fulgurante.



Nishant Dange


Así fuiste encerrándote, a lo largo de ocho meses,
en el capullo de la oscuridad,
y ahora, horrorizada por la luz,
surge aleteando la furiosa,
pálida mariposa de la muerte.



Nishant Dange



Pero, si estás muriéndote, aún vives,
y hago estallar la última alegría
de tu rostro cansado y las pequeñas
manos entre las mías. Y repito:
estar muriéndote es vivir aún.
De esta invernal mañana, amable y tibia,
por favor, no te vayas, no te vayas.


Nishant Dange


MUJER DE PRIMAVERA



Detrás de las palabras sólo te tengo a ti.


Renso Castaneda


Triste quien no ha perdido
por amor una casa.
Triste el que muere
con un aura de respeto y prestigio.


Renso Castaneda


Me importa lo que sucede en la noche
estrellada de un verso.


Miguel Castillo Oñate







PRINCIPIOS Y FINALES

Una vez fui una chica con futuro.
Leía en latín a Horacio y a Virgilio
y recitaba a Keats completo de memoria.


Jenny Scobel


Al entrar en sus cuevas, los adultos
me capturaron: comencé a parir
hijos de un hombre necio y vanidoso.
Ahora cuando puedo lleno el vaso
y lloro al recordar algún verso de Keats.


Jenny Scobel 


Una mujer ignora, cuando es joven,
que no hay lugar alguno
donde poder quedarse para siempre.


Miguel Ángel Oñate


Y no comprende porque nunca llega
aquel o aquella donde hallar descanso.
Las muchachas lo ignoran: los principios
no se parecen nunca a los finales.



Joan Margarit







Menud0 paseo por la poesía y por el alma de Joan Margarit. Espero, de todo corazón, que os haya gustado tantísimo como a mí el espíritu de estos versos. Espero que queráis compartir vuestras impresiones y vuestra lectura. Un beso, queridos.
BIBLIOGRAFÍA:

CONSULTA LA PÁGINA OFICIAL DE JOAN MARGARIT








3 comentarios:

  1. Wow! Sencillamente maravilloso, gracias profe por llenar nuestras vidas de cultura y conocimiento, de arte... Jamas pierdas ese entusiasmo con el que nos ayudas a seguir creciendo y sobre todo a seguir cumpliendo sueños.
    Me ha encantado la entrevista, da gusto leer sus reflexiones, o el recital del que me quedo con una frase "Nunca sin el dolor podríamos haber amado así".
    La muchacha del semáforo, El mar, Súplica... ¡preciosos!.

    Permite me un aporte a tan excelente entrada, pues a mi humilde entender no puede faltar,

    LA LIBERTAD

    Es la razón de nuestra vida,
    dijimos, estudiantes soñadores.
    La razón de los viejos, matizamos ahora,
    su única y escéptica esperanza.
    La libertad es un extraño viaje.
    Son las plazas de toros con las sillas
    sobre la arena en las primeras elecciones.
    Es el peligro que, de madrugada,
    nos acecha en el metro,
    son los periódicos al fin de la jornada.
    La libertad es hacer el amor en los parques.
    Es el alba de un día de huelga general.
    Es morir libre. Son las guerras médicas.
    Las palabras República y Civil.
    Un rey saliendo en tren hacia el exilio.
    La libertad es una librería.
    Ir indocumentado.
    Las canciones prohibidas.
    Una forma de amor, la libertad.

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    1. Queridísimo/a y misterioso/a alumno/a:

      Muchísimas gracias por tu calor, tu inquietud de conocimiento y tu cariño. Con personas como tú, entregadas y felices de aprender y de disfrutar con estos paseos artísticos, que hacéis tan vivos, es muy fácil y confortable, casi se convierte en una necesidad entregarse.

      Claro, faltaba este poema por la libertad, estaba esperando a que alguien lo trajera y habías de ser tú, mi perspicaz colaborador, ¿o colaboradora? Has de ser, ante todo una persona, que amas aprender porque sabes que en el criterio propio y en el análisis personal se halla la libertad. Gracias por tus preciosas palabras y por completar de una manera tan brillante y necesaria esta entrada.

      Para ti, este poema de nuestro Margarit, espero que te guste tanto como a mí que hayas traído el poema de "La libertad", se titula "Nuestro tiempo" y dice así:


      "Cuando nos dimos cuenta, ya estaba en las ventanas,

      como para quedarse. Pero ahora

      nada nos ilumina sino esa vaga niebla.

      A veces, una luz desgarradora.

      El nuestro fue otro tiempo mucho más inocente:

      Todavía en las obras celebrábamos

      cuando, sin accidentes, la estructura

      Llegaba a lo más alto y se cubrían aguas.

      Vivíamos en calles

      a las que les sentaba bien un nombre

      Como el de las Camelias.

      Entre las azoteas, cada noche

      se encendían las luces

      del ático de nuestra juventud.

      Entre las voces suaves y lejanas,

      alguna vez, se oye un grito de pánico.

      Pero una herida

      es también un lugar donde vivir."

      Muchísimas gracias por tu presencia. Un abrazo enorme.



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  2. Gracias por el poema... Tempus fugit...

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