Queridos amigos:
Es ella, nuestra Ida vitale.
Nosotros ya la queríamos y la celebrábamos, y ahora resulta que le conceden el Premio Cervantes 2018.
Ida Vitale, nuestra flamante ganadora del Premio Cervantes 2018 |
Y es que ya no podemos congratularnos más.
Estamos de enhorabuena con Ida Vitale reconocida y premiada y siempre cerca de sus versos.
Ya daremos buena cuenta de su discurso y celebración en la recogida del Premio, y mientras tanto, nos remitimos, cómo no, a la entrada que le dedicábamos hace muy poco tiempo en nuestro blog de Animación a la lectura.
Rescatemos algunos de sus poemas, no nos cansamos. ¿No os parece?
Christophe Vacher |
Agosto, Santa Rosa
Una lluvia de un día puede no acabar nunca,
puede en gotas,
en hojas de amarilla tristeza
irnos cambiando el cielo todo, el aire,
en torva inundación la luz,
triste, en silencio y negra,
como un mirlo mojado.
Una lluvia de un día puede no acabar nunca,
puede en gotas,
en hojas de amarilla tristeza
irnos cambiando el cielo todo, el aire,
en torva inundación la luz,
triste, en silencio y negra,
como un mirlo mojado.
Renz Baluyot |
Deshecha piel, deshecho cuerpo de agua
destrozándose en torre y pararrayos,
me sobreviene, se me viene sobre
mi altura tantas veces,
mojándome, mugiendo, compartiendo
mi ropa y mis zapatos,
también mi sola lágrima tan salida de madre.
destrozándose en torre y pararrayos,
me sobreviene, se me viene sobre
mi altura tantas veces,
mojándome, mugiendo, compartiendo
mi ropa y mis zapatos,
también mi sola lágrima tan salida de madre.
Renz Baluyot |
Miro la tarde de hora en hora,
miro de buscarle la cara
con tierna proposición de acento,
miro de perderle pavor,
pero me da la espalda puesta ya a anochecer.
Miro todo tan malo, tan acérrimo y hosco.
miro de buscarle la cara
con tierna proposición de acento,
miro de perderle pavor,
pero me da la espalda puesta ya a anochecer.
Miro todo tan malo, tan acérrimo y hosco.
¡Qué fácil desalmarse,
ser con muy buenos modos de piedra,
quedar sola, gritando como un árbol,
por cada rama temporal,
muriéndome de agosto!
Christophe Vacher |
De un fulgor a otro
Quizás no se deba ir más lejos.
Aventurarse quizás apenas sea
desventurarse más,
alejarse un atroz infinito
del sueño al que accedemos
para irisar la vida,
como el juego de luces que encendía,
en la infancia,
el prisma de cristal,
el lago de tristeza, ciertas islas.
Quizás no se deba ir más lejos.
Aventurarse quizás apenas sea
desventurarse más,
alejarse un atroz infinito
del sueño al que accedemos
para irisar la vida,
como el juego de luces que encendía,
en la infancia,
el prisma de cristal,
el lago de tristeza, ciertas islas.
Carl Larsson |
Sí, entre biseles citados los colores,
un fulgor anidaba sobre otro
-seda y deslumbramiento
el margen del espejo-
y aquello también era un espectro,
sabido, exacto. Centelleos ajenos
en un mundo apagado.
Alison Hill |
Como un canto sin un cuerpo visible,
un reflejo del sol creaba
una cascada un río una floresta
entre paredes áridas.
un reflejo del sol creaba
una cascada un río una floresta
entre paredes áridas.
Carl Larsson |
Sí, no vayamos más lejos,
quedemos junto al pájaro humilde
que tiene nido entre la buganvilia
y de cerca vigila.
Más allá sé que empieza lo sórdido,
la codicia, el estrago.
quedemos junto al pájaro humilde
que tiene nido entre la buganvilia
y de cerca vigila.
Más allá sé que empieza lo sórdido,
la codicia, el estrago.
Safet Zec |
Estar solo
Un desventurado estar solo,
un venturoso al borde de uno mismo.
¿Qué menos? ¿Qué más sufres?
¿Qué rosa pides, sólo olor y rosa,
sólo tacto sutil, color y rosa,
sin ardua espina?
un venturoso al borde de uno mismo.
¿Qué menos? ¿Qué más sufres?
¿Qué rosa pides, sólo olor y rosa,
sólo tacto sutil, color y rosa,
sin ardua espina?
Fernando Lavoz |
Llamada viva
Ponerse al margen
asistir a un pan
cantar un himno
menoscabarse en vano
abrogar voluntades
refrendar cataclismos
Ponerse al margen
asistir a un pan
cantar un himno
menoscabarse en vano
abrogar voluntades
refrendar cataclismos
acompañar la soledad
no negarse a las quimeras
remansarse en el tomado
ir de lo ceñido a lo vasto
desde lo opaco a la centella
de comisión al sueño libre
remansarse en el tomado
ir de lo ceñido a lo vasto
desde lo opaco a la centella
de comisión al sueño libre
Stanislav Krupp |
ofrecerse a lo parco del día
si morir una hora tras otra
volver a comenzar cada noche
volar de lo distinto a lo idéntico
admirar miradores y sótanos
infligirse penarse concernirse
estar en busca de alma diferida
preparar un milagro entre la sombra
y llamar vida a lo que sabe a muerte.
preparar un milagro entre la sombra
y llamar vida a lo que sabe a muerte.
Los compases heredados
A Adolfo Nigro
No te amargues el mar,
acompásate con la hora que,
involuntario y cruel, nadie trasmuta;
ríete de los antológicos traspiés
del mínimo común nominador,
de todo el trafalgar
en que un traidor se anega.
Prémiate con recordar que siempre
huiste de él como de un eufonium.
No te amargues el mar,
acompásate con la hora que,
involuntario y cruel, nadie trasmuta;
ríete de los antológicos traspiés
del mínimo común nominador,
de todo el trafalgar
en que un traidor se anega.
Prémiate con recordar que siempre
huiste de él como de un eufonium.
¡Enhorabuena, Ida Vitale! Tus palabras nos hacen mejores y más felices siempre.
...
Como lo prometido es deuda y se que no deverid estar aqui por que es de otra persona pero te dejo mi comentario o comentarios un beso. Sigue siendo la misma profesora simpre, Elena eres la mejor profesora de lengua que e podido tener y tendre por mucho que estudie.
ResponderEliminarNo sé lo que he soñado
en la noche pasada.
Triste, muy triste debió ser el sueño,
pues despierto la angustia me duraba.
Noté al incorporarme
húmeda la almohada,
y por primera vez sentí al notarlo,
de un amargo placer henchirse el alma.
Triste cosa es el sueño
que llanto nos arranca,
mas tengo en mi tristeza una alegría...
¡Sé que aún me quedan lágrimas!
Mi querida amiga:
EliminarCon el privilegio de los alumnos que tengo poco más hay que añadir. Qué momentos tan bonitos vivimos en clase y en las confesiones literarias, como esta que nos traes de los inolvidables versos de nuestro querido romántico Bécquer. Fíjate que esta rima pertenece ya a la cuarta etapa temática de sus poemas, donde el desconsuelo y la melancolía han calado con tal hondura en el espíritu del poeta. ¿Quién no se ha sentido así en alguna ocasión? Menos mal que la poesía es un desahogo extraordinario, el arte nos salva de todo.
Fíjate en estos versos de Ida Vitale:
"Un desventurado estar solo,
un venturoso al borde de uno mismo.
¿Qué menos? ¿Qué más sufres?
¿Qué rosa pides, sólo olor y rosa,
sólo tacto sutil, color y rosa,
sin ardua espina?"
De vez en cuando hay que recordar que las espinas no son tan terribles, pues van acompañadas de la rosa. ¿Tú, qué dices, amiga? Ya me seguirás enseñando tanto y tanto de la vida, gracias por tanto.
Un abrazo, querida amiga.
Soy alumna y consigo entrar en el blog por cierto me encanto vuestra obra
ResponderEliminarQuerida amiga:
EliminarEs un placer tenerte por aquí. Esperamos que lo disfrutes mucho. Muchas gracias por compartir con nosotros tu experiencia, de eso se trata de que lo paséis bien.
Un beso. Hasta pronto.